El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, confirmó el reconocimiento de Edmundo González como presidente electo de Venezuela tras las cuestionadas elecciones de julio pasado. En un mensaje publicado en la red social X, Blinken destacó que los votantes venezolanos dejaron clara su voluntad y exigió respeto por los resultados.
Las elecciones presidenciales, en las que Nicolás Maduro fue declarado ganador para un tercer mandato, han sido ampliamente criticadas a nivel internacional por su falta de transparencia. A más de tres meses de los comicios, el gobierno de Maduro no ha publicado las actas oficiales de los resultados, lo que ha intensificado las dudas sobre la legitimidad del proceso.
La oposición venezolana sostiene que posee el 84% de las actas de votación, las cuales demostrarían que González venció a Maduro por un margen de dos a uno. En respuesta, el Consejo Nacional Electoral, dominado por el oficialismo, se ha negado a divulgar los resultados completos, alegando un supuesto ciberataque. Esta omisión ha alimentado las críticas de la comunidad internacional, incluidas observaciones de organismos independientes que cuestionan la imparcialidad de las autoridades electorales y judiciales.
Tras el mensaje de reconocimiento de Blinken, González agradeció el apoyo desde España, donde permanece exiliado tras una orden de arresto emitida por la fiscalía venezolana. González calificó este respaldo como un homenaje a la lucha cívica del pueblo venezolano y reiteró su compromiso con la democracia en el país.
El martes, el presidente colombiano, Gustavo Petro, se unió a las críticas sobre las elecciones venezolanas, describiéndolas como un error que generó un panorama poco claro. Petro, quien inicialmente respaldó la realización de los comicios, señaló que la negativa del gobierno de Maduro a presentar las actas de votación dejó un vacío de credibilidad. Aunque Petro ha defendido previamente la relajación de sanciones contra Venezuela como medio para fomentar la apertura democrática, ahora admite que los esfuerzos diplomáticos conjuntos con Brasil y México no han generado avances significativos.
El rechazo a los resultados oficiales de las elecciones también ha generado tensiones entre Venezuela y la comunidad internacional. Mientras países como Estados Unidos y miembros de la Unión Europea piden transparencia, el gobierno de Maduro se ha mantenido firme en su narrativa, desafiando los llamados a mostrar las actas que confirmarían o refutarían su victoria.
Este escenario pone en evidencia la creciente división en torno a la legitimidad del liderazgo venezolano, dejando al país en un estado de incertidumbre política y bajo el escrutinio de la comunidad global. El reconocimiento de González como presidente electo por parte de Estados Unidos marca un nuevo capítulo en la compleja crisis que enfrenta Venezuela, donde las demandas por una transición democrática siguen sin encontrar respuesta.