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El 10 de septiembre de 2024, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones financieras a nueve individuos y 26 entidades mexicanas, vinculados al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), por su participación en una red de robo y venta de combustible. Esta operación, conocida como “huachicol”, es una de las fuentes de ingresos más importantes para el cártel, además del tráfico de drogas.
Iván Cazarín Molina, alias “El Tanque”, fue identificado como el líder de esta red. La gasolina robada se vende a través de gasolineras aparentemente legítimas controladas por el CJNG, generando millones de dólares anuales. Cazarín Molina maneja estas operaciones principalmente en Jalisco y Veracruz, y sus actividades también incluyen extorsión y homicidios. Además, parte del combustible se vende en Estados Unidos, particularmente en Texas.
Las sanciones impuestas bloquean los activos y propiedades en Estados Unidos de los involucrados y prohíben a ciudadanos estadounidenses realizar transacciones comerciales con ellos. Esta acción es parte de los esfuerzos de Washington por debilitar las finanzas del CJNG, que utiliza estos fondos para fortalecer su dominio en el tráfico de drogas, incluido el fentanilo, una de las principales causas de la crisis de opioides en Estados Unidos.
Estas medidas se dieron a conocer poco después del inicio del juicio en Washington contra Rubén Oseguera González, alias “El Menchito”, hijo del líder del CJNG, Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, quien también enfrenta acusaciones de narcotráfico.
