En una demostración de repudio hacia la liberación de ocho militares vinculados con la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014, jóvenes de la normal rural de Ayotzinapa lanzaron cohetones y petardos frente a Palacio Nacional en un acto no autorizado por los familiares de los desaparecidos ni por la asamblea del movimiento.
Los estudiantes, muchos de ellos con el rostro oculto, lanzaron los materiales explosivos contra las puertas principal y Mariana del recinto histórico, causando lesiones a varios policías que resguardaban el lugar. Tras unos minutos, se retiraron sin mayores incidentes.
Aunque se confirmó que la acción fue realizada por normalistas de grados superiores, se destacó que no contó con el respaldo de las familias de los desaparecidos ni de la asamblea del movimiento.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México reportó que 26 policías resultaron heridos en el altercado. En tanto, en el interior del edificio se reforzó la presencia de la policía militar para asegurar los accesos.
Después del incidente en Palacio Nacional, los manifestantes se dirigieron al Zócalo en busca de una audiencia con el Presidente. Ante la falta de respuesta, lanzaron cohetones y petardos hacia las puertas del recinto, donde se habían colocado policías para evitar su ingreso.
A pesar de lo sucedido, ni las familias, la asamblea ni las organizaciones acompañantes se deslindaron de los hechos ni los reivindicaron. La tensión se ha incrementado desde que normalistas tumbaron una de las puertas del Palacio hace algunas semanas, lo que ha llevado a un refuerzo en la seguridad del lugar.
Paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas atendieron a los heridos y trasladaron a 25 de ellos a un hospital, incluyendo a tres mandos, debido a la gravedad de sus lesiones. La mayoría de los policías heridos fueron mujeres, con lesiones en piernas, glúteos y pantorrillas, mientras que en los hombres los impactos fueron en diversas partes del cuerpo.
Se implementaron medidas adicionales de seguridad en torno a Palacio Nacional para prevenir nuevos episodios de violencia.