La apreciación récord del peso frente al dólar no se traducirá necesariamente en una disminución de los precios de los alimentos, según los expertos consultados. Aunque el peso continúa alcanzando niveles máximos históricos frente al dólar, la economista en jefe de GBM, Miriam Acuña Rodríguez, afirmó que la desaceleración de la inflación alimentaria se debe principalmente a la disminución de los precios internacionales, y no a la fortaleza del peso.
En una entrevista, Acuña Rodríguez explicó que, a pesar de que la inflación de los alimentos ha experimentado una desaceleración significativa, alcanzando un 7.3% en junio, esto se debe a factores más relacionados con los precios internacionales que con el tipo de cambio.
Aunque el peso continúa fortaleciéndose frente al dólar, este fenómeno ha generado preocupaciones en sectores como las remesas, el turismo extranjero y las exportaciones en dólares.
Sin embargo, los expertos advierten que existe un riesgo potencial en cuanto a la inflación alimentaria debido al fenómeno climático de El Niño. Este fenómeno podría tener efectos prolongados y persistentes, lo que podría generar presiones inflacionarias en los precios de los alimentos, especialmente a partir de agosto y septiembre.
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) también ha alertado sobre las consecuencias de un aumento en los precios de los alimentos, señalando que 6 de cada 10 familias luchan por abastecerse de alimentos esenciales y se ven obligadas a sacrificar tanto la cantidad como la calidad de los alimentos que consumen.
En resumen, aunque la apreciación récord del peso ante el dólar es un fenómeno relevante, su impacto en los precios de los alimentos no es determinante, ya que existen otros factores, como los precios internacionales y el fenómeno de El Niño, que pueden influir en la inflación alimentaria.