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La explosión e incendio de dos camionetas utilizadas para transportar combustible presuntamente extraído de manera ilegal de ductos de Petróleos Mexicanos (PEMEX) generó una intensa movilización de cuerpos de bomberos y protección civil en el municipio de Ajacuba, Hidalgo. El incidente ocurrió en un camino de terracería en la colonia El Gorrión, donde las llamas y la nube de humo eran visibles desde varios kilómetros de distancia, provocando alarma entre los residentes.
Fue a través de llamadas al 911 que habitantes de la zona solicitaron la presencia urgente de los bomberos, alertando sobre la magnitud del incendio. Al llegar al lugar, el personal de emergencias se encontró con dos camionetas en llamas y los restos de bidones utilizados para transportar el combustible robado, lo que indicaba la actividad ilícita de huachicol en el área.
Tras realizar maniobras para sofocar el fuego, el personal de bomberos confirmó que no había personas lesionadas en el sitio. Sin embargo, el incidente subrayó el peligro constante que representa el huachicol en la región, un problema que sigue afectando a comunidades enteras y exponiendo tanto a habitantes como a personal de emergencia a situaciones de alto riesgo.
Además, al lugar arribaron elementos de seguridad física de PEMEX, quienes efectuaron recorridos en los alrededores con el fin de localizar posibles tomas clandestinas conectadas a los ductos de la paraestatal. La presencia de estas conexiones ilegales sigue siendo una amenaza en zonas donde el robo de combustible se ha convertido en una actividad común y peligrosa.
Este suceso en Hidalgo se suma a una serie de incidentes similares que reflejan la gravedad y persistencia del huachicol, una problemática que cada día compromete más recursos y arriesga la vida de quienes operan en estas prácticas clandestinas.
