Felicia Tlalacalco Martínez, una mujer orgullosa de sus raíces, se ha convertido en una figura clave para mantener viva la herencia milenaria de su pueblo natal, San Mateo, en el municipio de Acaxochitlán. Con su sabiduría como curandera y su pasión por las tradiciones, Felicia continúa fortaleciendo el legado cultural de su comunidad.
una celebración llena de simbolismo.
Esta semana, Felicia fue homenajeada con una ceremonia especial que destacó su papel como defensora de la medicina tradicional. El evento, cargado de simbolismo y espiritualidad, incluyó danzas ancestrales, aromas de copal y la colocación de xochimapales, elementos fundamentales en la cosmovisión de su cultura.
En sus propias palabras, Felicia explicó: “Cada ceremonia honra los cuatro rumbos del universo. Ofrecemos ofrendas acompañadas de sones tradicionales y danzamos el Xochipitzahualt con los xochimapales.” Su labor va más allá de los rituales, ya que como curandera, ayuda a sanar cuerpo, mente y alma, adaptando su trabajo a las necesidades de quienes buscan su guía.
preservando la cultura y el sabor de la tradición.
Junto a su familia, Felicia también lidera esfuerzos para promover la cultura de su comunidad. Entre sus logros destaca la creación del primer conservatorio de cocina tradicional en Acaxochitlán, donde rescata recetas y sabores que cuentan historias de generaciones. Además, su rol como promotora rural ha sido esencial para transmitir el valor de las costumbres ancestrales.
El compromiso de Felicia con sus raíces no solo honra a su pueblo, sino que también inspira a nuevas generaciones a valorar y preservar la riqueza cultural que nos conecta con el pasado.