En un giro sorprendente de los acontecimientos, el fiscal de Morelos, Uriel Carmona Gándara, enfrenta una segunda orden de aprehensión y permanecerá en el Reclusorio Sur de la Ciudad de México. La acusación en su contra se relaciona con el delito de encubrimiento por favorecimiento en el caso del feminicidio de Ariadna Fernanda, un trágico suceso ocurrido en octubre del año pasado.
Durante la audiencia inicial, el juez de control dictaminó prisión preventiva justificada debido a la preocupación de que el acusado pudiera eludir la acción de la justicia al carecer de arraigo.
Es importante señalar que Carmona Gándara ya había enfrentado una vinculación a proceso previa por obstrucción de la justicia, pero había obtenido un amparo que le permitió recuperar su libertad. Sin embargo, esta vez fue detenido de inmediato por agentes de la Policía de Investigación en respuesta a la nueva orden de aprehensión.
La defensa de Carmona Gándara ha solicitado la duplicidad del término constitucional, lo que significa que será hasta el miércoles cuando se determine si será vinculado a proceso.
La Fiscalía capitalina argumenta que el encubrimiento por favorecimiento se basa en la designación de una persona posiblemente no facultada como enlace para abordar la solicitud de la Fiscalía General de la República en relación con la mala actuación de servidores públicos en la investigación del feminicidio de Ariadna Fernanda, cuyo cuerpo fue hallado en Tepoztlán, Morelos.
Gabriel Regino, uno de los abogados de Carmona, considera que esta detención es un secuestro político por parte de la Fiscalía General de Justicia. Asegura que, a pesar de su fuero y de la decisión de un tribunal colegiado que dictaminó su liberación inmediata, su cliente continúa tras las rejas. Además, se anticipa que la justicia federal podría intervenir en este caso, con la posibilidad de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación conceda una suspensión que permita la liberación del fiscal de Morelos.