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En un informe reciente, la agencia Fitch Ratings ha ratificado la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) en B+ y ha ajustado su perspectiva a “estable”, basándose en la anticipación de un fortalecimiento financiero gracias a mayores respaldos por parte del gobierno federal.
Según Fitch, la inclusión de Pemex en el presupuesto anual facilitará un respaldo más sustancial. No obstante, existe cierta incertidumbre derivada de las elecciones presidenciales de 2024, en relación con el tipo de apoyo que podría recibir Pemex en 2025 y en los años subsiguientes.
A pesar de esta decisión de Fitch Ratings, la calificación de la empresa petrolera se mantiene en un terreno especulativo y se encuentra a dos escalones de distancia de ser catalogada como “grado basura”, indicando un riesgo significativo de incumplimiento crediticio.
En julio pasado, la agencia asignó una perspectiva de “observancia negativa” debido a la probabilidad de que Pemex recurriera a más apoyos gubernamentales y a la presión para mejorar sus finanzas en un plazo de al menos dos años.
Fitch Ratings también resaltó las deficiencias en el mantenimiento de las plataformas de Pemex, especialmente tras el incidente en la plataforma Nohoch-Alfa en Campeche, donde un incendio dejó como saldo dos personas fallecidas y una desaparecida, así como al menos ocho heridos.
La agencia expresó su preocupación por la gestión de las operaciones de Pemex y la supervisión regulatoria, subrayando la necesidad de garantizar que la empresa y otros operadores en el país cumplan con los estándares de la industria en cuanto a seguridad y bienestar de los empleados.
Fitch Ratings ahora estima que Pemex deberá abordar un déficit de efectivo de 30 mil millones de dólares entre 2024 y 2027, con un promedio anual de 7 mil millones de dólares. Además, señala que la empresa, dirigida por Octavio Romero Oropeza, enfrenta desafíos financieros, y su historial en términos de criterios ambientales y de gobernanzas perjudica su capacidad para atraer capital.
En conclusión, Fitch Ratings destaca la importancia de respaldar a Pemex en la medida necesaria dada su elevado nivel de deuda y la inversión requerida para mejorar su estructura de capital y activos operativos, lo cual se vuelve cada vez más crucial para las finanzas del gobierno.
