En un acontecimiento sin precedentes, Francia se convirtió en el primer país en incluir la libertad de abortar en su Constitución, marcando un hito que podría inspirar cambios similares en todo el mundo. La decisión fue celebrada como un motivo de orgullo por el presidente Emmanuel Macron, quien anunció que la ceremonia final de constitucionalización se llevará a cabo el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
A pesar de la despenalización del aborto en Francia hace casi medio siglo, la reciente decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de dejar de reconocerlo como un derecho a nivel federal generó preocupación. En respuesta, la oposición y el oficialismo francés iniciaron un extenso proceso legislativo que culminó con la inclusión del aborto en la Constitución, respaldada por una amplia mayoría de legisladores.
El resultado fue recibido con júbilo por asociaciones y diputados, quienes entonaron El himno de las mujeres en la Sala del Congreso. Vestida de verde en solidaridad con las mujeres argentinas, la diputada Mathilde Panot dedicó la victoria a todas las mujeres que luchan por decidir sobre su cuerpo en todo el mundo.
La decisión de Francia representa un paso crucial en la defensa de los derechos de las mujeres y la preservación de sus vidas, según el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus. La noticia fue recibida con alegría en París, donde cientos de personas se congregaron en la explanada de Trocadero, mientras la Torre Eiffel parpadeaba mensajes de apoyo.
Durante la sesión en el Congreso, los oradores rindieron homenaje a figuras emblemáticas en la lucha por los derechos de las mujeres en Francia, desde Simone de Beauvoir hasta Gisèle Halimi, quien en 1972 logró absolver a una joven que había abortado después de ser víctima de una violación.