El Golfo de California, conocido como “El Acuario del Mundo” por su increíble biodiversidad, está en riesgo debido a un megaproyecto para extraer gas natural. Expertos de más de 30 organizaciones ecológicas advierten que este proyecto podría convertir la zona en un “basurero industrial” para la industria fósil, poniendo en peligro el hábitat de especies marinas como ballenas y delfines.
El martes 10 de septiembre, varias organizaciones ambientales, climáticas y marinas lanzaron la campaña “¿Ballenas o Gas?”. Su objetivo: detener el proyecto gasífero propuesto por la empresa Mexico Pacific, con el respaldo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Este proyecto incluye la construcción de un gasoducto llamado “Sierra Madre” que atravesaría 800 kilómetros, desde Texas (EE.UU.) hasta el Golfo de California, donde se instalaría una planta de licuefacción de gas, Saguaro Energía, en Sonora.
Las organizaciones denuncian que este proyecto tendría un impacto devastador. Se estima que, para 2027, 64 gigantescos buques al año (de 300 metros de largo) zarparían cargados con 15 millones de toneladas de gas natural licuado. ¿Y qué tipo de gas es este? Aunque lo llaman “gas limpio”, en realidad está compuesto en su mayoría de metano, un gas de efecto invernadero mucho más potente que el CO2.
Claudia Campero, de Conexiones Climáticas, explica que el gas natural no es un combustible de transición, como lo presentan, sino un combustible fósil que empeora el cambio climático. Además, advierte sobre los riesgos de las fugas de gas, ya que los gasoductos de gran diámetro siempre tienen filtraciones, lo que aumenta el peligro.
Las organizaciones como Greenpeace México y el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible están promoviendo una petición en línea para pedirle a la presidenta electa Claudia Sheinbaum que detenga este proyecto. También lanzaron un sitio web para recolectar firmas y concienciar sobre los riesgos para las ballenas y otros mamíferos marinos, cuyas rutas migratorias se verían gravemente afectadas por el aumento del tráfico marítimo y la contaminación acústica.
Además de la amenaza ecológica, el proyecto también pondría en peligro las fuentes de empleo sustentable de las comunidades que dependen del turismo de avistamiento de ballenas y la pesca. Este megaproyecto afectaría a familias de al menos cuatro estados de México, quienes ya enfrentan enormes desafíos.
El Golfo de California, que Jacques Cousteau describió como un lugar de belleza natural única, es el hogar de más de 900 especies de peces, 36 especies de mamíferos marinos y seis especies de tortugas marinas. Es también hogar de especies en peligro de extinción como la vaquita marina y la totoaba, afectadas por la pesca ilegal.
Lorena Viloria, investigadora de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), señala que el Golfo es un lugar crucial para la migración de ballenas y otras especies. Aquí se encuentran sus zonas de crianza, descanso y reproducción. Las embarcaciones del proyecto cruzarían estas zonas, lo que aumentaría el riesgo de colisiones fatales para las ballenas, que dependen del sonido para navegar y comunicarse.
Aunque el número exacto de colisiones no es claro, expertos aseguran que este tipo de incidentes son la principal causa de muerte de las ballenas. Vanessa Prigollini, directora educativa de Marea, explica que el ruido submarino de los barcos afecta la comunicación de las ballenas, lo que podría alterar su capacidad de encontrar pareja, alimentarse y migrar.
Además, el proyecto gasífero forma parte de un plan más grande conocido como “Plan Sonora”, que incluye la explotación de litio y la construcción de plantas solares. Sin embargo, expertos como la antropóloga Natalia Mendoza advierten que la falta de transparencia en estos proyectos está generando violencia en las comunidades locales, con el crimen organizado tomando control de las zonas donde se desarrollan.
El futuro del Golfo de California está en juego. Si no se frena este megaproyecto, no solo se perderá una de las mayores riquezas naturales de México, sino también el futuro de miles de personas que dependen de un entorno saludable para vivir.