El gobierno de México presentó este miércoles la Estrategia Nacional del Sector de Hidrocarburos y Gas Natural, que busca simplificar el esquema fiscal de Pemex. La medida central es la introducción del Derecho Petrolero para el Bienestar, unificando todos los impuestos que la empresa estatal paga actualmente en uno solo. Esto permitirá a Pemex conservar más ingresos para financiar sus operaciones, al mismo tiempo que se asegura el pago adecuado y transparente a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, explicó la presidenta Claudia Sheinbaum.
Édgar Amador, subsecretario de Hacienda, detalló que esta reforma reemplazará varios derechos, incluyendo los pagos por exploración, extracción y utilidad compartida, con un solo impuesto basado en un 30 por ciento de las ganancias por petróleo y 11.63 por ciento para el gas natural. Según Amador, este cambio mejorará la eficiencia y facilitará que los recursos de Pemex beneficien directamente a la población mexicana.
Desde la reforma energética de 2014, Pemex ha operado bajo un esquema fiscal complejo que involucra múltiples pagos al Estado. Originalmente, la tasa del Derecho de Utilidad Compartida (DUC) se situó en 65 por ciento, reduciéndose gradualmente hasta el 40 por ciento en años recientes. Sin embargo, con la nueva Ley de Ingresos de 2024, esta tasa baja a un 30 por ciento permanente. A pesar de este alivio fiscal, el año pasado los impuestos por extracción se desplomaron un 83 por ciento, ubicándose en 214,000 millones de pesos, principalmente por la decisión de eximir a Pemex de pagar 110,000 millones de DUC entre octubre de 2023 y febrero de 2024.
El director de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, enfatizó que la empresa estatal planea un riguroso plan de austeridad, recortando 50,000 millones de pesos en gastos innecesarios y priorizando el pago a proveedores. Además, se compromete a reducir su abultada deuda de 99,000 millones de dólares, señalando que la empresa necesita mejorar su eficiencia para lograr estas metas.
Aun así, Pemex enfrenta serios desafíos. Hasta el tercer trimestre de 2024, los pasivos por pagos a proveedores alcanzaron 402,874 millones de pesos, un aumento significativo respecto a los 297,078 millones registrados en el mismo periodo de 2023. La presidenta Sheinbaum admitió estos retrasos, pero aseguró que se están tomando medidas para que la empresa cumpla con sus obligaciones. Añadió que el apoyo del gobierno federal, a través de la Secretaría de Hacienda, continuará siendo fundamental.
Sheinbaum destacó que, gracias a la intervención de Hacienda, Pemex ha logrado acceder a financiamiento con tasas más bajas que las que obtendría de forma independiente, una estrategia que se inició en el sexenio de López Obrador y que seguirá vigente. La deuda financiera de Pemex sigue siendo alarmante, ascendiendo a 1.910 billones de pesos al cierre del tercer trimestre de 2024, comparado con los 1.794 billones reportados el año anterior. La presidenta reafirmó que se seguirá trabajando para mantener a Pemex a flote, asegurando el bienestar económico del pueblo mexicano.