La cosa está que arde en Hidalgo cuando se trata del trato a los animales. Lo que antes podía quedar encerrado entre cuatro paredes, hoy está saliendo a la luz con una crudeza que estremece: perros ahogados, arrastrados por autos, apuñalados y hasta víctimas de abuso sexual. Y lo peor… en la mayoría de los casos no hay castigo ni consecuencias.

Uno de los puntos más preocupantes está en Tulancingo, donde en solo un año se han reportado 91 casos de maltrato animal. Pero esto no es algo aislado. Colectivos como La Jauría de Balú y Viejo Pastor Inglés han puesto el dedo en la llaga: Hidalgo ocupa el tercer lugar nacional en delitos por crueldad contra los animales.
Luisa Jiménez, activista de La Jauría de Balú, dio un dato que pone los pelos de punta: se calcula que el 40% de los animales vive en situación de calle, y de los que tienen hogar, la mitad sufre algún tipo de abuso. Y ojo, advierte que esta violencia no está sola: muchas veces va de la mano con otros delitos como la violencia familiar o los feminicidios.
En medio de este panorama, Jacqueline Guerrero Rodríguez, del área de Medio Ambiente en Tulancingo, explicó que las denuncias más comunes tienen que ver con animales abandonados en azoteas, sin agua, comida ni sombra, además de casos de hacinamiento y enfermedades sin tratar.
Y los casos recientes no dejan de doler. En Atitalaquia, un perro fue arrastrado por un coche, lo que desató indignación en redes sociales. Aunque el gobierno municipal trató de calmar la situación mostrando una foto de un perrito “rescatado”, activistas denunciaron que todo fue un montaje. En realidad, la víctima fue una perrita recién parida a la que llamaron T’enini 💔.
Daniela Galindo, de Viejo Pastor Inglés Pachuca, señaló que desde 2019 han atendido más de 30 casos, y tan solo en este 2025 ya llevan tres nuevos reportes. Destacó además que ni siquiera los perros de raza se salvan: muchos huskys y pastores inglés son abandonados porque mantenerlos resulta caro y pasan de ser moda a estorbo.
Las redes sociales han ayudado a que estos horrores se visibilicen, pero aún hay quienes creen erróneamente que los animales no sienten o no tienen derechos. 😤
Historias como las de Gabin, Donita, Irina, Milagros, Antonieta, Rubén, Jefazo o Gaia son apenas la punta del iceberg. Algunos sobrevivieron con secuelas, otros no vivieron para contarlo.
La labor del colectivo Viejo Pastor Inglés comenzó con un caso espeluznante: una perrita fue hallada en una azotea, sin comida ni agua, con el cuerpo cubierto de llagas, anemia severa y pesando solo 12 kilos.
En Santiago Tulantepec, Gabin fue golpeado brutalmente con un tubo, quedando al borde de la parálisis. Otro perrito, apodado Jefazo, fue asesinado con un machete por Cristian “N”, quien reaccionó de forma violenta cuando el animal entró a su casa buscando comida. Gracias a la presión ciudadana, el agresor fue arrestado, aunque ahora enfrenta el proceso en libertad.
Y hay más: Clarita, una perrita embarazada, fue encontrada en Pachuca con un cuchillo clavado en la espalda, y logró sobrevivir tras ser atendida por autoridades municipales. En Mineral de la Reforma, Gaia fue arrastrada por su propia dueña durante más de 15 metros y aún sigue en tratamiento.