#Historias desgarradoras detrás de los #Incendios en #LosÁngeles: víctimas que no se rinden ante el #Fuego.

Los devastadores incendios que están consumiendo barrios enteros en el condado de Los Ángeles han dejado 11 vidas perdidas hasta ahora, mientras los equipos de rescate trabajan contrarreloj para localizar a más víctimas. Se teme que la cifra aumente, ya que miles de casas han quedado reducidas a cenizas.

Este sábado, las autoridades informaron que 13 personas están desaparecidas, y las labores de búsqueda, apoyadas con perros especializados, ya están en marcha. La identificación de los cuerpos será un proceso lento y complicado, pues en muchos casos no será posible usar métodos tradicionales como huellas dactilares o reconocimiento visual.

Aquí te contamos algunas de las historias más tristes y valientes de quienes perdieron la vida en esta tragedia.

Victor Shaw: el guardián de su hogar.

Victor Shaw, de 66 años, falleció intentando salvar su casa en Altadena, una de las zonas más afectadas por el incendio “Eaton”. Con una manguera de jardín en mano, intentó frenar el avance de las llamas, pero su cuerpo fue hallado cerca de su propiedad, según informó KTLA.

Shaw, quien vivía con su hermana Shari, se negó a evacuar cuando dieron la orden. “Quería proteger su casa”, contó Shari, quien tuvo que escapar cuando el fuego se volvió incontrolable.

“Lo voy a extrañar muchísimo”, dijo entre lágrimas.

Anthony Mitchell y su hijo Justin: una familia atrapada.

Anthony Mitchell, de 67 años, y su hijo Justin, quien tenía parálisis cerebral, murieron en su hogar en Altadena mientras trataban de escapar de las llamas. Hajime White, otro de los hijos de Mitchell, relató al Washington Post que recibió una llamada desesperada de su padre: “¡El patio está ardiendo!”

Mitchell, un padre de cuatro, abuelo de 11 y bisabuelo de 10, no logró salir a tiempo. White expresó: “Es como si me hubiera caído una tonelada de ladrillos”.

Rodney Nickerson: “No va a pasar nada”.

Rodney Nickerson, residente de Altadena desde 1968, decidió quedarse en su hogar convencido de que el incendio no llegaría hasta allí. Su hija Kimiko contó a KTLA que su padre había enfrentado incendios antes y estaba seguro de que este no sería diferente.

“Lo último que me dijo fue: ‘Estaré aquí mañana’”, recordó Kimiko, quien ahora lamenta profundamente su pérdida.

Rory Callum Sykes: un espíritu inspirador.

El australiano Rory Callum Sykes, de 32 años, murió en el incendio que devastó Pacific Palisades. Nacido con parálisis cerebral y ceguera, Rory superó grandes obstáculos en su vida para convertirse en un reconocido orador motivacional.

Su madre, Shelley Sykes, compartió que Rory intentó apagar el fuego en su finca de Malibú, pero no pudo escapar. “Tengo el corazón roto”, declaró Shelley, quien no pudo ayudarlo debido a un brazo roto.

Erliene Kelley: una decisión fatal.

Erliene Kelley, de 83 años, fue encontrada entre los escombros de su casa en Altadena. Su nieta, Briana Navarro, contó al Los Angeles Times que Erliene decidió no evacuar porque “nunca antes un incendio había llegado hasta aquí”.

Dos días después de perder contacto con ella, la familia recibió la desgarradora noticia.

💔 Estas historias ponen rostro a la tragedia de los incendios en Los Ángeles, recordándonos que, detrás de cada número, hay vidas, familias y sueños perdidos.

Autor Itzel G. Bandala

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