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Un informe reciente de la Oficina del Inspector General de EE.UU. (OIG), enviado al Congreso el martes, revela que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) no sabe dónde están más de 32,000 menores migrantes no acompañados que debieron haber asistido a sus citas en la corte de inmigración entre 2019 y 2023, pero nunca lo hicieron, ni iniciaron los procesos de deportación correspondientes.
Estos menores forman parte de los más de 448,000 que el Departamento de Seguridad Nacional transfirió al Departamento de Salud y Servicios Humanos durante ese tiempo, que incluye las administraciones de Donald Trump y Joe Biden, según la auditoría provisional.
El informe destaca que “ICE debe actuar de inmediato para garantizar la seguridad de los menores migrantes en EE.UU.”. De no hacerlo, “hay un alto riesgo de que sean víctimas de trata, explotación o trabajo forzoso”.
Una imagen aérea del 11 de mayo de 2023 muestra a migrantes esperando a lo largo del muro fronterizo para entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza. Crédito: PATRICK T. FALLON/AFP vía Getty Images
La OIG también señala que, a pesar de que monitorear a estos menores es parte de las funciones de ICE, “no siempre puede seguir la pista de su ubicación ni estatus una vez que son transferidos al Departamento de Salud y Servicios Humanos”. Esta agencia federal es responsable de su cuidado y de encontrarles albergues o familias patrocinadoras que cumplan con los requisitos para proporcionarles alojamiento temporal.
El informe revela que, cuando los menores están bajo la custodia de ICE, esta agencia “no siempre notifica a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados del Departamento de Salud y Servicios Humanos” sobre los que no se presentan en corte. Hasta el 24 de mayo de este año, ICE aún no había presentado “notificaciones de comparecencia en corte” para más de 291,000 menores migrantes no acompañados.
Esta falta de notificación ha empeorado el problema, ya que muchos menores no están al tanto de sus citas judiciales, lo que complica aún más su situación.
El reporte agrega que al no enviar estas notificaciones, ICE “reduce las posibilidades de prevenir que estos menores sean víctimas de actividades criminales”.
La auditoría también resalta que ICE sigue teniendo problemas de personal, lo cual limita la capacidad de los agentes para rastrear la ubicación y el estatus de los casos de estos menores migrantes.
El informe también menciona que ICE “no tiene un proceso automatizado” para compartir información internamente con otras agencias federales sobre los menores que no comparecen ante la corte. Solo algunas oficinas de ICE han desarrollado técnicas manuales, como “hojas de cálculo”, para este propósito.
CNN contactó a ICE para conocer su reacción, pero hasta el momento no hemos recibido respuesta. Sin embargo, el informe de 18 páginas incluye la respuesta de ICE, que afirma que “coordina estrechamente con otras agencias federales para el cuidado y custodia de los menores migrantes no acompañados”.
ICE aceptó dos recomendaciones de la OIG. La primera es “evaluar el proceso manual de compartición de información y desarrollar un sistema automatizado para documentar comparecencias en corte y mantener registros de direcciones de menores migrantes no acompañados”. La segunda recomendación es “desarrollar e implementar un proceso formal para identificar a los menores migrantes no acompañados que no se presenten en sus audiencias y compartir esta información internamente”.
ICE también aclaró que solo se requiere compartir información sobre los menores que están bajo la custodia de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, “no después de que estos menores sean entregados a familias patrocinadoras”.
