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Imane Khelif, una boxeadora argelina de 25 años, se encuentra en el centro de una controversia que ha sacudido los Juegos Olímpicos. Khelif, una peso wélter ligero, se llevó la victoria en su primer combate en París, pero no sin polémica. El enfrentamiento contra la italiana Angela Carini duró apenas 46 segundos, ya que Carini se retiró tras recibir un potente golpe inicial que le desplazó el protector de la barbilla y la dejó de rodillas. Este desenlace rápido ha generado dudas sobre la participación de Khelif, especialmente después de que en 2023 un organismo regulador de boxeo, hoy desacreditado, la declarara no apta para el torneo femenino, citando una prueba de elegibilidad de género.
El Comité Olímpico Internacional (COI) ha respaldado firmemente la participación de Khelif en los Juegos de 2024. Según el portavoz del COI, Mark Adams, “nació mujer, fue registrada como mujer, vivió su vida como mujer, boxeó como mujer, tiene pasaporte femenino”. Adams enfatizó que “no se trata de un caso de transexualidad”. Sin embargo, esto no ha detenido la avalancha de comentarios y ataques en línea hacia Khelif, algunos de los cuales provienen de figuras prominentes como Donald Trump, Elon Musk y JK Rowling, quienes han avivado el debate sobre la identidad de género en el deporte.
En medio de todo este alboroto, Khelif ha recibido tanto apoyo como críticas. Atletas como la boxeadora irlandesa Amy Broadhurst, que compitió contra ella en los Campeonatos del Mundo, han salido en su defensa, pidiendo el cese de los ataques. Mientras tanto, en su país natal, la situación es complicada, ya que en Argelia ser gay o transexual es ilegal, lo que añade un componente de riesgo personal para Khelif.
La controversia en torno a Khelif no solo gira en torno a su género, sino también a las pruebas de elegibilidad que le realizaron. En 2023, la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) la descalificó de un combate por la medalla de oro, alegando que “no cumplía con los criterios de elegibilidad necesarios” y tenía “ventajas competitivas”. La IBA, que el COI dejó de reconocer como organismo oficial de boxeo para los Juegos, no especificó a qué prueba se sometió a Khelif, y Adams calificó las pruebas de “arbitrarias”.
El Comité Olímpico Argelino ha sido claro en su apoyo a Khelif, calificando los ataques contra su personalidad y dignidad como “profundamente injustos”. Además, han tomado medidas para proteger a su campeona mientras se prepara para su próximo combate. A pesar de todo, el COI ha dejado claro que todas las atletas que compiten en el torneo de boxeo cumplen con las normas de elegibilidad y las regulaciones médicas aplicables.
