Impacto de la decisión de Rusia de no renovar el acuerdo para el transporte de granos a través del Mar Negro

En una medida sorpresiva, Rusia anunció su retiro inmediato del acuerdo que permitía la exportación de granos a través del Mar Negro.

Esta decisión tiene importantes implicaciones tanto para Ucrania como para el resto del mundo, ya que el país ucraniano es uno de los principales exportadores de granos a nivel global.

El acuerdo, que había sido negociado por Turquía y la ONU en julio de 2022, garantizaba la seguridad y el paso de buques de carga a lo largo de un corredor marítimo hacia y desde los puertos ucranianos en el Mar Negro. Además, permitía a la armada rusa inspeccionar los barcos para asegurarse de que no transportaran armas.

La decisión de Rusia de no renovar el acuerdo se basa en su argumento de que las sanciones occidentales han perjudicado sus exportaciones de alimentos y fertilizantes. Aunque no se han impuesto sanciones a los productos agrícolas rusos, Moscú sostiene que las medidas restrictivas han desalentado a las empresas navieras, bancos internacionales y aseguradoras de negociar con los productores rusos.

La reacción internacional ante esta decisión no se hizo esperar. La presidenta de la Comisión de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, acusó a Rusia de tomar una “acción cínica” que amenaza la seguridad alimentaria de las personas vulnerables en el mundo. Por su parte, la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, calificó la medida como un “acto de crueldad”.

La consecuencia inmediata de la decisión rusa fue el aumento en los precios del trigo, que se dispararon más del 3%. Esto se debe a que el bloqueo ruso de los puertos ucranianos durante el conflicto del año pasado ya había generado escasez y precios altos de los alimentos a nivel mundial. El acuerdo para exportar granos firmado el año pasado contribuyó a reducir los precios mundiales de los alimentos en aproximadamente un 20%, según la FAO.

La interrupción de este acuerdo también afectará a los países que dependen en gran medida de las importaciones de cereales ucranianos, especialmente en África y Oriente Medio. Estos países se enfrentan al riesgo de escasez de alimentos debido a la disminución de los envíos de granos desde Ucrania.

Ucrania, por su parte, ha manifestado su intención de continuar exportando granos a pesar de la decisión rusa. El presidente Volodymyr Zelensky afirmó que empresas con barcos están dispuestas a seguir enviando granos si se les permite entrar en los puertos ucranianos y se les permite el paso a través del Mar Negro con la colaboración de Turquía.

Aunque Ucrania ha identificado medios alternativos para exportar granos, como el uso de sus puertos en el río Danubio, estos serían menos eficientes y aumentarían los costos de transporte. Esto podría afectar la cantidad de granos que Ucrania puede exportar y tener un impacto en su economía.

En resumen, la decisión de Rusia de no renovar el acuerdo para el transporte de granos a través del Mar Negro tiene implicaciones significativas para Ucrania y el mundo. Afecta el flujo de alimentos desde uno de los principales exportadores de granos y genera preocupaciones sobre la seguridad alimentaria y el aumento de los precios de los alimentos a nivel global.