La reciente ola de golpes militares en países de África occidental ha generado interrogantes sobre el papel del resentimiento hacia Francia en estos eventos. Níger, la última nación en experimentar un cambio de gobierno por parte de su ejército, se suma a Burkina Faso, Guinea, Mali y Chad, todas excolonias francesas, en esta tendencia.
Desde 1990, el 78% de los golpes de Estado en África subsahariana han tenido lugar en naciones de habla francesa. Esta cifra ha llevado a analistas y expertos a explorar si Francia, o la herencia del colonialismo francés, tienen alguna responsabilidad en esta situación.
Un aspecto que llama la atención es la retórica de muchos de los líderes de estos golpes. El coronel Abdoulaye Maiga, quien asumió el cargo de primer ministro tras el golpe militar en Mali en septiembre de 2022, fue contundente en su crítica hacia Francia.
Acusando al país europeo de mantener “políticas neocoloniales, condescendientes, paternalistas y vengativas”, Maiga afirmó que Francia había traicionado los “valores morales universales” y había apuñalado por la espalda a Mali.
El sentimiento antifrancés también se ha manifestado en Burkina Faso. Tras el derrocamiento del gobierno, las autoridades militares pusieron fin a un acuerdo que permitía la presencia de tropas francesas en el país desde hace años. Esto dio como resultado que Francia tuviera un mes para retirar sus fuerzas de la nación africana.
Este resentimiento hacia Francia y su influencia en la región parece ser un factor importante en el trasfondo de estos golpes. Sin embargo, es importante considerar que los motivos detrás de estas acciones también son influenciados por una variedad de factores internos, como la insatisfacción con los líderes en el poder y la búsqueda de cambios políticos y sociales. La relación entre los golpes militares y la percepción del legado colonial es un tema complejo que sigue siendo objeto de debate y análisis.