Un estudio antropológico revela que la llegada de desarrollos de lujo, incluido Mítikah, ha transformado la vida en el pueblo de Xoco, generando tensiones y encareciendo el costo de vida. Según el peritaje realizado por expertos de la UNAM y la Universidad de la Ciudad de México, los habitantes enfrentan altos costos en servicios básicos, como el agua y el predial.
Los residentes ahora deben desembolsar sumas significativas cada dos meses por servicios esenciales, con facturas que alcanzan hasta 7 mil pesos para el agua y 15 mil pesos para el predial. Además, las calles del pueblo se han visto afectadas por el aumento del tráfico debido a los residentes de los nuevos complejos y visitantes del centro comercial, lo que ha generado problemas de estacionamiento en vías estrechas como Real de Mayorazgo y Puente de Xoco.
El estudio también resalta el impacto en el tejido social de la comunidad. La construcción de Mítikah y otros desarrollos comerciales ha provocado conflictos entre los residentes y ha debilitado los lazos comunitarios. Algunos han aceptado las medidas de mitigación, como la creación de una supuesta plaza pública en la calle Real de Mayorazgo, mientras que otros se mantienen en resistencia.
La transformación del paisaje urbano ha generado tensiones adicionales, con nuevos residentes que muestran rechazo hacia las tradiciones comunitarias, como las fiestas patronales. Esta pérdida de identidad cultural ha contribuido al estrés y la sensación de injusticia entre los vecinos, lo que podría resultar en un desplazamiento gradual de la población original.
En resumen, el estudio subraya los desafíos sociales y económicos que enfrenta Xoco debido a la llegada de desarrollos como Mítikah, destacando la necesidad de abordar estas preocupaciones para preservar la identidad y la cohesión comunitaria en la zona.