La indignación y el desconcierto se apoderaron de San Luis Potosí después de que una mujer embarazada diera a luz en los baños del Hospital General de Zona Número 1 del IMSS. Tras esperar cuatro horas sin recibir atención médica adecuada, la paciente, con 38.6 semanas de gestación, terminó dando a luz en un baño del hospital, ubicado en la avenida Nicolás Zapata. Este incidente, ocurrido el 13 de noviembre, ha destapado críticas severas hacia el sistema de salud, particularmente por la constante denuncia de violencia obstétrica en esta unidad.
No es el primer caso que genera controversia en este hospital. En diciembre de 2023, otra mujer en trabajo de parto también tuvo que dar a luz en los baños tras ser ignorada a pesar de las contracciones severas. Esta repetición de incidentes ha llevado a un clamor popular por un cambio urgente en la atención médica que se proporciona en estas instalaciones del IMSS.
La situación se ha vuelto aún más tensa en redes sociales, donde los usuarios no han dudado en denunciar sus experiencias con este hospital. Un testimonio describió la atención recibida como “horrible” y resaltó la falta de empatía y profesionalismo de algunos médicos y enfermeros. Las quejas apuntan a la violencia obstétrica, un problema estructural que ha quedado al descubierto y que exige una respuesta inmediata.
En reacción al suceso, el IMSS emitió un comunicado tratando de explicar lo ocurrido. Según la institución, la paciente fue evaluada al llegar al área de urgencias de maternidad y se encontraba esperando en la sala. Sin embargo, durante la espera, tuvo que ir al baño acompañada de un familiar, donde finalmente ocurrió el parto. El IMSS aseguró que personal médico de Ginecología, Pediatría y Enfermería acudió de inmediato para atender a la madre y a la recién nacida, quienes se reportan en buen estado de salud.
A pesar de que el IMSS afirma que ambos recibieron atención rápida tras el parto inesperado, las críticas no han cesado. La comunidad exige que se revisen los protocolos y la actuación del personal, y se implementen mejoras que garanticen un trato digno y oportuno a todas las pacientes, especialmente a aquellas en situación de vulnerabilidad. Las autoridades prometen evaluar el desempeño de los empleados involucrados y tomar medidas para evitar que tragedias como esta se repitan en el futuro.
El IMSS en San Luis Potosí sigue bajo escrutinio público, mientras se espera que las promesas de revisar los procedimientos no se queden solo en palabras, sino que se traduzcan en cambios reales que protejan la vida y la dignidad de las mujeres embarazadas que acuden en busca de ayuda.