En medio de la incertidumbre sobre quién ostenta el verdadero poder ejecutivo en Nuevo León, el Palacio de Gobierno ha sido cerrado y resguardado por las fuerzas policiales. Las vallas que rodeaban el edificio fueron retiradas, marcando un nuevo capítulo en la crisis política de la entidad.
A las 7:00 horas locales, agentes de la Fuerza Civil ingresaron al recinto gubernamental. La situación se vuelve cada vez más compleja después de la elección de Luis Enrique Orozco como gobernador interino. Sin embargo, Samuel García sostiene que renunció a la licencia solicitada, afirmando que él sigue siendo el gobernador legítimo.
Se anticipa que tanto Orozco como García llegarán al Palacio de Gobierno este lunes para asumir sus funciones, pero la incertidumbre persiste sobre quién finalmente tomará las riendas del poder en la entidad. La indefinición política mantiene en vilo a la población y genera preocupaciones sobre la estabilidad gubernamental en Nuevo León.