¡Increíble! Hombre acusado de prenderle #Fuego a una mujer en el metro de #NuevaYork se declara inocente.

El hombre señalado de matar a una mujer en un tren del metro de Nueva York tras prenderle fuego el mes pasado, se declaró inocente de los cargos de asesinato este martes. Como resultado, se ordenó su detención sin derecho a fianza.

Sebastián Zapeta-Calil, un inmigrante guatemalteco de 33 años, fue acusado de asesinato, homicidio y incendio provocado.

De acuerdo con la policía, el 22 de diciembre, Zapeta-Calil se acercó a Debrina Kawam, de 57 años, mientras ella dormía en el tren F, en dirección a la estación de Coney Island–Stillwell Avenue en Brooklyn. Usó un encendedor para prenderle fuego a su ropa y a la manta con la que estaba cubierta.

La víctima, que residía en Nueva Jersey tras haber pasado un tiempo en refugios en Nueva York, murió debido a lesiones térmicas e inhalación de humo, según los informes oficiales del Tribunal Criminal de Brooklyn.

Este ataque ha generado una creciente preocupación entre los habitantes de Nueva York sobre la seguridad en el metro y en la ciudad en general, especialmente tras una serie de incidentes violentos en los últimos años.

En su primera comparecencia en la corte, Zapeta-Calil alegó no recordar nada del suceso, y mencionó que su consumo de alcohol le ocasiona amnesia. Aseguró que a veces se despierta sin saber cómo llegó a su ubicación, ya sea en casa o en el tren.

La policía le mostró un video de lo sucedido, y Zapeta-Calil, sorprendido, exclamó: “Oh, maldición, ese soy yo”. Sin embargo, insistió en que no recordaba nada del ataque. Según los documentos judiciales, el sospechoso dijo: “Lo siento mucho. No era mi intención. Pero realmente no sé qué pasó, pero lamento mucho por esa mujer”.

Las autoridades lograron rastrear a Zapeta-Calil gracias a las imágenes de seguridad, que mostraban al hombre mirando cómo Kawam se incendiaba. Al poco tiempo, tres estudiantes de secundaria lo reconocieron y alertaron a la policía, que lo localizó en un tren en Midtown Manhattan unas horas después del ataque. En su bolsillo encontraron un encendedor.

Según informes de inmigración, Zapeta-Calil fue deportado en 2018, pero regresó ilegalmente a Estados Unidos. Su última dirección registrada estaba en un refugio para hombres en Brooklyn, que luchan contra el abuso de sustancias. Él mismo dijo a la policía que ha vivido en el país durante cinco años y que trabaja como obrero en Queens.

El fiscal del distrito de Brooklyn, Eric Gonzalez, calificó el crimen como “atroz y horrible”. Agregó que su oficina está decidida a imponer el castigo más severo por este acto. Kawam y su familia merecen justicia, y los neoyorquinos deben poder sentirse seguros en su sistema de transporte.

Si se le encuentra culpable, Zapeta-Calil podría enfrentar cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

Autor Itzel G. Bandala

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