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Indígenas tzeltales y tojolabales se alzaron en protesta en Altamirano, Chiapas, denunciando la inacción del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador frente a la escalada de violencia en la región. El incendio de varias viviendas y vehículos, perpetrado por grupos de autodefensa, ha sumido a la comunidad en el miedo y la tensión.
Lalo Rodríguez, un residente de Altamirano, señaló que los actos provocativos, como el incendio de viviendas, son obra del “grupo 14 de agosto”, que se mantiene en la zona y ha estado involucrado en robos y saqueos nocturnos. Los manifestantes, unos 500 indígenas, exigieron la destitución del Consejo Municipal, el fin de la violencia de grupos armados y un diálogo con el gobierno estatal en busca de la paz y la armonía en Altamirano.
Los 109 ejidatarios y 11 barrios de la comunidad se desvincularon de los actos de violencia, incluyendo los incendios y la retención de 26 personas. Sin embargo, las medidas de seguridad se han intensificado en la zona debido a estos eventos.
La creciente violencia en Chiapas, alimentada por grupos civiles armados y el narcotráfico, ha generado preocupación en las comunidades indígenas mayas, quienes reclaman una respuesta de las autoridades ante sus demandas. La fiscalía estatal ha iniciado una investigación sobre los hechos recientes, que incluyen el incendio de viviendas y vehículos en Altamirano.
Chiapas es testigo de una crisis de seguridad, y los indígenas se han visto afectados por la violencia generada por grupos armados y el narcotráfico. La falta de acción por parte de las autoridades ha llevado a la comunidad a exigir justicia y paz en la región.
