El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha recibido una orden por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) para abstenerse de hacer comentarios sobre los posibles aspirantes a la presidencia del país. Esta decisión surge a raíz de una solicitud presentada por la senadora y aspirante presidencial de la oposición, Xóchitl Gálvez, con quien López Obrador ha tenido desencuentros recientes. Gálvez argumentó en su denuncia que los comentarios del mandatario en sus conferencias diarias reproducen estereotipos de género y perpetúan desigualdades históricas.
El INE ha emitido una serie de medidas cautelares debido al riesgo de que el presidente vuelva a incurrir en esta conducta, a pesar de las advertencias previas. La Comisión de Quejas y Denuncias del INE ha tomado esta resolución tras analizar el posible uso indebido de recursos públicos y la violación de los principios de neutralidad, imparcialidad y equidad en la contienda electoral.
Además, el órgano electoral ha ordenado al presidente eliminar cinco de sus conferencias matutinas compartidas en línea, aunque no se ha especificado un plazo inmediato para ello. Estas conferencias, cuatro de las cuales corresponden a las denuncias de Gálvez (3, 4, 5 y 7 de julio) y una a las quejas del PRD (11 de julio), han sido identificadas como manifestaciones que podrían afectar los principios de imparcialidad y neutralidad en la contienda electoral.
La disputa entre Gálvez y López Obrador se ha intensificado en las últimas semanas, desde que la senadora se postuló como candidata para liderar la coalición “Va por México” en las elecciones presidenciales de 2024. En los últimos días, la confrontación ha escalado, con el presidente calificando a Gálvez como “la candidata de la mafia en el poder” y acusándola de estar respaldada por diferentes personalidades políticas y empresariales.
Es importante mencionar que López Obrador ha mantenido una disputa prolongada con el órgano electoral en los últimos meses, especialmente después de su propuesta de reforma electoral conocida como el “plan B”, que implicaba recortes presupuestarios al INE. Esta situación ha generado manifestaciones tanto a favor como en contra del presidente y del respeto a la institución electoral por parte de diversos actores políticos y organizaciones civiles.