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En tiempos pasados, el presidente Andrew Jackson fue atacado a tiros durante un funeral en el Capitolio antes de la Guerra Civil. A pesar de dos disparos, el arma falló.
Durante la campaña de 1912, Theodore Roosevelt, buscando la presidencia nuevamente, fue disparado por un tabernero en Milwaukee mientras se dirigía a un discurso. Una copia doblada de su discurso de 50 páginas detuvo la bala, que llevó el resto de su vida dentro de él. A pesar del ataque, Roosevelt pronunció su discurso.
Un presunto asesino disparó a Franklin D. Roosevelt en Miami en 1933 cuando era presidente electo, aunque no lo alcanzó. Sin embargo, el alcalde de Chicago, Anton Cermak, murió en el ataque.
En 1950, Harry Truman, sucesor de Roosevelt, fue tiroteado por nacionalistas puertorriqueños frente a la Casa Blanca.
En 1972, George Wallace, gobernador de Alabama y candidato segregacionista a la presidencia por tercera vez, fue tiroteado después de un acto de campaña cerca de Washington DC, quedando paralizado de cintura para abajo.
Gerald Ford experimentó dos intentos de asesinato en 1975. Lynette “Sqeaky” Fromme, seguidora de Charles Manson, fue interceptada antes de disparar en Sacramento, California. Más tarde, Sara Jane Moore disparó contra Ford en San Francisco, pero fue detenida por un transeúnte.
En 1981, Ronald Reagan fue tiroteado frente al Hilton de Washington, DC, después de dar un discurso. Su secretario de prensa, James Brady, resultó gravemente herido. El atacante, John Hinckley, fue liberado bajo supervisión en 2022 tras décadas en una institución mental.
En 2011, un hombre de Idaho fue acusado de intentar asesinar a Barack Obama disparando contra la Casa Blanca.
Todos los presidentes enfrentan amenazas, y los expresidentes reciben protección del Servicio Secreto de por vida.
Cuatro presidentes estadounidenses han sido asesinados a tiros:
Abraham Lincoln fue asesinado en 1865 mientras estaba en el Teatro Ford de Washington, DC, por John Wilkes Booth, un actor simpatizante del Sur.
James Garfield fue tiroteado en 1881 en Washington, DC, por Charles Guiteau, un descontento partidario con enfermedades mentales.
William McKinley fue baleado en 1901 en Buffalo, Nueva York, por Leon Czolgosz, un anarquista.
John F. Kennedy fue asesinado en 1963 en Dallas por Lee Harvey Oswald, un simpatizante soviético.
Robert F. Kennedy, candidato presidencial en 1968, fue tiroteado en Los Ángeles. Su asesino, Sirhan Sirhan, sigue encarcelado en California.
