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En un ambiente cargado de tensión, las senadoras Lilly Téllez y Rocío Abreu se enzarzaron en un intenso intercambio de palabras durante el debate sobre la desaparición de poderes en Guerrero y Guanajuato.
La senadora panista, originaria de Sonora, lanzó un comentario dirigido a Abreu, refiriéndose a ella como “una senadora corrupta de pelo chino”, en respuesta a alusiones personales.
La reacción de Abreu, senadora por Campeche y previamente relacionada con un escándalo de recepción de dinero en efectivo, fue contundente. Se refirió a Téllez como una persona con problemas mentales, sugiriendo un posible consumo de anfetaminas, y la acusó de dedicarse a la extorsión y el cabildeo, tachándola de “Lady Ambulancia” en su localidad.
Además, Abreu afirmó que Téllez es una ladrona por no transparentar el uso de los fondos destinados al pueblo, añadiendo que carece de moral y no es bienvenida en su propio pueblo, donde la critican por su falta de coherencia y sus declaraciones sin fundamento.
Este enfrentamiento, el cuarto en el último año entre ambas senadoras, refleja la polarización y la tensión política que prevalece en el Senado mexicano, donde los debates a menudo se convierten en escenarios de confrontación personal y ataques directos entre legisladores.
