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Comunidades dedicadas a la apicultura en Campeche han levantado la voz tras una nueva tragedia. Aunque el huracán Beryl pasó sin dejar víctimas humanas en la península de Yucatán, provocó daños devastadores a las colmenas de abejas en Ich-Ek. Según los apicultores locales, no fue el ciclón, sino el uso indiscriminado de plaguicidas en la agricultura, lo que causó estragos en sus apiarios.
Everardo Chable, uno de los afectados, informó que la tragedia ocurrió entre el 22 y 24 de junio, justo antes de la llegada de Beryl a las costas de Quintana Roo. Los apicultores, al inspeccionar sus colmenas durante las tormentas tropicales, descubrieron una devastadora mortandad de abejas.
En total, 248 colmenas de once apiarios resultaron afectadas. Cada colmena, con aproximadamente 60 mil abejas, suma una pérdida estimada de 14 millones 880 mil abejas, todas víctimas de plaguicidas altamente peligrosos utilizados en la agricultura circundante.
El patrimonio ancestral de la apicultura, transmitido de generación en generación, ha sufrido un duro golpe. Las comunidades mayas de los Chenes, afectadas por este desastre, han señalado un polígono cercano de siembra de chile habanero como el origen probable de la intoxicación.
No es la primera vez que la región enfrenta una tragedia de tal magnitud. Incidentes similares ocurrieron en comunidades como Suc Tuc y Oxa en Hopelchén, Campeche, así como en Tizimín, Yucatán, evidenciando la inacción de las autoridades frente a este problema recurrente.
Los impactos económicos son significativos, con pérdidas calculadas en millones de pesos y años de trabajo rural perdidos debido a la disminución en la producción de miel y la reducción en la polinización de cultivos.
El Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes ha presentado denuncias formales, pero aún esperan una respuesta efectiva de las autoridades, incluyendo la Senasica y la Semarnat. Greenpeace ha respaldado estas denuncias, subrayando la falta de coordinación interinstitucional y el desinterés gubernamental en proteger esta actividad crucial para el ecosistema regional.
Este nuevo episodio subraya la urgencia de medidas efectivas para proteger a las abejas y garantizar la sostenibilidad de la apicultura en la península de Yucatán.
