El conflicto armado entre Israel y el grupo palestino Hamás no dejará ganadores directos en ambos bandos involucrados. En las próximas semanas, se espera que Israel tome represalias y se cobre la vida de cientos de militantes y civiles palestinos en respuesta a los ataques de Hamás. Sin embargo, quien cosechará los frutos de esta lucha no serán ni Israel ni Hamás, sino Irán.
Algunos analistas han sugerido que Irán podría estar detrás del sorprendente ataque a Israel. Como mínimo, Irán ha mostrado su apoyo y entusiasmo ante el conflicto.
La hostilidad de Irán hacia Israel se origina en gran parte en los estrechos vínculos entre Israel y el antiguo Sha de Persia, respaldado por Estados Unidos, y en el papel de Israel en la opresión del pueblo iraní bajo su régimen. Desde la Revolución Islámica en 1979, Irán ha mantenido una política antiamericana e intensificó su retórica antisionista, considerando a Israel y Estados Unidos como la personificación de la inmoralidad y la injusticia.
Irán ha apoyado históricamente a grupos militantes antiisraelíes, proporcionando fondos, armas y entrenamiento a combatientes palestinos. Además, ha desarrollado una red de contrabando de armas hacia Gaza, que ha estado bajo bloqueo israelí durante mucho tiempo.
El conflicto entre palestinos e israelíes ha aumentado desde 2020 debido a tensiones relacionadas con desalojos y la violación de acuerdos en lugares sagrados. Aunque Irán no haya ordenado el reciente ataque de Hamás, ha respaldado los ataques y se ha opuesto a la normalización de las relaciones entre Israel y los Estados árabes, lo que podría llevar a un resultado favorable para Irán a corto plazo.
La crisis actual podría desanimar a los Estados árabes, como Arabia Saudita, a normalizar sus relaciones con Israel respaldadas por Estados Unidos. También podría provocar un levantamiento palestino en Jerusalén Este o Cisjordania si Israel intensifica su operación militar en Gaza, lo que resultaría en una mayor inestabilidad en la región. Irán podría considerar estas consecuencias como ventajosas.
En resumen, Irán podría ser el beneficiario silencioso en el conflicto actual entre Israel y Hamás, ya que sus objetivos a largo plazo pueden alinearse con los resultados potenciales de este conflicto.