La reciente visita de Katy Perry a la Ciudad de México el miércoles, como parte de la promoción de su gira “The Lifetimes Tour”, se vio marcada por un momento desagradable en una popular taquería de la colonia Roma. La cantante, que ha ganado fama por su sencillez y cercanía con los fans, vivió una experiencia que rápidamente se viralizó en redes sociales, generando críticas hacia la falta de respeto mostrada por un empleado del establecimiento.
Antes del incidente, la intérprete de “California Gurls” había asistido al programa matutino “Venga la Alegría” y, posteriormente, se dirigió al restaurante “Los Atarantados” para disfrutar de unos tacos, donde su presencia causó revuelo y entusiasmo entre los comensales. Los internautas se encargaron de difundir imágenes y videos de la artista, celebrando su amabilidad al posar para fotos y firmar autógrafos a quienes se lo pedían, dejando una buena impresión en muchos de los presentes.
Sin embargo, el ambiente relajado que Perry proyectaba en la taquería se quebró cuando uno de los meseros, después de pedirle una foto, sobrepasó los límites del respeto. En un video que se volvió viral en cuestión de horas, se puede ver cómo el mesero se acerca a la cantante mientras ella está sentada, aparentemente para susurrarle algo debido al ruido del lugar. Fue en ese instante cuando, aprovechando el descuido de la artista, el empleado le dio un beso en la mejilla sin su consentimiento.
La reacción de Katy Perry fue de evidente incomodidad, con un gesto de sorpresa que dejó claro que no supo cómo responder en el momento. Esta acción provocó una ola de indignación en redes sociales, donde seguidores de la cantante expresaron su molestia por lo ocurrido. Muchos señalaron que situaciones como esta justifican por qué las celebridades, a menudo, prefieren mantener un perfil bajo y estar rodeadas de un fuerte equipo de seguridad al interactuar con el público.
Los usuarios calificaron el incidente como un acto de acoso, enfatizando la importancia de respetar los límites personales, incluso cuando las estrellas parecen accesibles y abiertas al público. La experiencia de Perry en “Los Atarantados” ha encendido el debate sobre la conducta adecuada hacia los artistas y la necesidad de garantizar su bienestar en lugares públicos.