El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, advirtió que mientras los problemas de seguridad no sean atendidos en territorio mexicano, especialmente en la frontera con Guatemala, será imposible resolver los desafíos relacionados con la migración. Durante una conferencia en su residencia oficial en la Ciudad de México, el diplomático destacó que la inseguridad no solo afecta a México, sino que desestabiliza democracias en toda la región.
Salazar calificó la frontera sur de México como una zona colapsada debido a los altos niveles de inseguridad, e instó al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum a redoblar esfuerzos e invertir en soluciones para mitigar esta problemática. Señaló que la migración, así como el tráfico de drogas, no pueden enfrentarse de manera efectiva sin una cooperación más profunda entre ambos países.
El diplomático evitó pronunciarse directamente sobre las recientes amenazas del presidente electo Donald Trump, quien planea imponer aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas a partir de enero de 2025, como medida de presión en temas de migración y narcotráfico. Sin embargo, subrayó que cualquier solución a estos retos debe basarse en el entendimiento y la colaboración bilateral.
Salazar también reconoció avances en la disminución de muertes por sobredosis de fentanilo en Estados Unidos, atribuyendo estos logros a la cooperación entre ambos gobiernos. No obstante, insistió en que el problema es complejo y global, destacando que los precursores químicos del fentanilo llegan a Norteamérica desde otros países, como Canadá y México, lo que requiere una estrategia conjunta y no acusaciones unilaterales.
El embajador recordó que, al igual que el tráfico de drogas afecta a Estados Unidos, el contrabando de armas desde ese país hacia México agrava la inseguridad en territorio mexicano. Reconoció que este flujo ilegal de armamento es una de las principales fuentes de violencia, pero señaló que el problema de fondo requiere esfuerzos coordinados entre todas las naciones involucradas.
Ken Salazar enfatizó que atribuir estas problemáticas a un solo país no refleja la realidad, subrayando que la migración, el narcotráfico y la inseguridad son desafíos compartidos que solo pueden enfrentarse con cooperación internacional efectiva. Su llamado resalta la importancia de un enfoque integral y la necesidad de fortalecer las alianzas para abordar estas crisis de manera conjunta.