En el último año, la reducción de la producción petrolera de Pemex ha provocado una severa caída en la actividad marítima en el Golfo de México, la más baja desde 2011. Según datos de la Coordinación de Puertos y Marina Mercante, el transporte de petróleo y derivados cayó un 10.6% en los primeros siete meses de 2024 en comparación con el mismo periodo del año anterior.
La producción de crudo de Pemex, actualmente en su nivel más bajo en 45 años, ha impactado negativamente a la economía del sureste de México, región históricamente dependiente de la actividad petrolera. Las familias y las empresas locales, muchas de las cuales dependen de la actividad marítima, han sufrido las consecuencias de esta reducción en la producción, agravando la situación económica.
Empresas como Grupo TMM, proveedor clave para la industria petrolera en la región, han visto una disminución del 35.3% en sus ingresos por actividad marítima en el Golfo de México. La compañía ha tenido que implementar planes de reducción de costos para enfrentar la inestabilidad de la industria.
Expertos, como el académico Clemente Ruiz Durán, señalan que el impacto negativo de Pemex no solo afecta a la industria petrolera, sino que repercute en el empleo y la economía general de las zonas dependientes del sector. Además, Francisco Riveros, experto en industria marítima, advirtió que si no se toman medidas para reactivar la producción petrolera, esta tendencia negativa se mantendrá bajo la próxima administración.
El estancamiento de Pemex también ha incrementado sus deudas con proveedores, que han crecido un 240% en los últimos dos años, agravando aún más la situación de las empresas afectadas.