La crisis migratoria que enfrenta México ha comenzado a tener efectos colaterales en el intercambio comercial entre México y Estados Unidos (EU), a medida que se unen varios factores que obstaculizan la fluidez de los negocios.
La Cámara Nacional del Autotransporte de Carga ha señalado que la decisión de Ferromex de suspender temporalmente el servicio ferroviario debido a la crisis migrante está afectando negativamente el comercio exterior entre ambos países. Esta situación ha llevado al cierre de aduanas en Texas, y se espera que otras en Arizona también tomen medidas similares.
Israel Delgado, vicepresidente de la región Noroeste de la Cámara, explicó que dos factores se están combinando para crear esta situación: la caída del sistema de la Agencia Nacional de Aduanas de México y las restricciones de seguridad aplicadas por el Gobierno de Texas debido al flujo masivo de migrantes.
La suspensión de las operaciones de trenes de carga de Ferromex ha generado preocupación en la Asociación Nacional de Transporte Privado, cuyo presidente, Leonardo Gómez Vargas, insta al Gobierno federal a abordar la crisis migratoria para evitar más daños al comercio.
Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) hace un llamado a los gobiernos de México y EU para resolver este problema que, además de su impacto económico, representa un desafío humanitario.
Mientras tanto, en la frontera Sur de Texas, la llegada masiva de migrantes ha llevado al alcalde de Eagle Pass a declarar un estado de emergencia. Esta situación ha obligado a suspender temporalmente el procesamiento de vehículos y carga de trenes, ya que los recursos se han redirigido hacia la atención de los migrantes detenidos.
En resumen, la crisis migratoria que se está intensificando en la frontera norte de México está generando efectos notables en el comercio y la logística entre México y Estados Unidos, lo que plantea desafíos significativos tanto económicos como humanitarios.