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La decisión del gobierno mexicano de no invitar al rey Felipe VI a la toma de protesta de Claudia Sheinbaum como presidenta de México ha generado críticas en España, especialmente entre sectores de izquierda. Ione Belarra, de Podemos, calificó al monarca como un obstáculo para las relaciones internacionales basadas en el respeto mutuo, señalando que la Casa Real está acostumbrada a mantener vínculos con regímenes corruptos.
Por su parte, Gabriel Rufián, de Esquerra Republicana, celebró la exclusión con la frase “Viva México, cabrones”, resaltando la postura de Sheinbaum y López Obrador frente a la monarquía española. Esta reacción fue secundada por Gerardo Pisarello, de En Comú Podem, quien señaló que la Casa Real ha mostrado arrogancia al no pedir disculpas por los agravios históricos relacionados con la Conquista.
La Casa Real y el gobierno español han calificado la exclusión del rey como “inaceptable”. Según las autoridades mexicanas, la negativa de Felipe VI a responder una carta enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para reconocer los agravios cometidos durante la Conquista fue la razón detrás de su no invitación.
A pesar de la polémica, la presidenta electa Claudia Sheinbaum afirmó que esta decisión no implica una ruptura en las relaciones diplomáticas entre México y España. Sheinbaum aseguró que, aunque no se invitó al rey, se mantiene una relación diplomática de respeto mutuo entre ambas naciones.
Este cruce diplomático pone de relieve las tensiones históricas entre México y España, exacerbadas por las peticiones de disculpa formuladas por el gobierno mexicano. Mientras tanto, la izquierda española ha mostrado su apoyo a la decisión del gobierno mexicano, viendo la exclusión del monarca como un acto de justicia histórica y soberanía.
Se espera que en los próximos días se den más declaraciones por parte del gobierno español sobre las implicaciones de esta situación y si afectará las relaciones bilaterales entre ambos países. Mientras tanto, en España, el debate sobre el papel de la monarquía en la política internacional continúa ganando fuerza.
