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En el remoto municipio de Alfajayucan, un grupo de mujeres de la comunidad indígena de Los Ángeles ha estado trabajando desde hace más de 10 años para transformar su entorno desértico en una fuente de sustento. “Las Camaleonas”, como se llaman, son un ejemplo inspirador de cómo el emprendimiento y la adaptación pueden florecer en condiciones adversas.
El proyecto comenzó con seis mujeres valientes que decidieron aprovechar las características únicas de su tierra para producir y vender diferentes tipos de cactus. Con el respaldo de la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas (CDI), lanzaron una microempresa que no solo ha prosperado, sino que también ha promovido el turismo local.
En 2018, “Las Camaleonas” expandieron su visión al incluir la promoción de su región como destino turístico. La zona no solo ofrece un paisaje desértico impresionante, sino también valiosas pinturas rupestres que atraen a visitantes de toda la región y el estado. Además, las mujeres participaron en exposiciones y ofrecieron talleres en escuelas y otros lugares.
Sin embargo, la pandemia de COVID-19 trajo desafíos significativos. Algunas integrantes se retiraron y las actividades se suspendieron. A esto se sumaron problemas de sequía y plagas, lo que redujo su stock de plantas de 500 a aproximadamente 200.
A pesar de estos contratiempos, las tres mujeres que permanecen en el proyecto, Rocío Ramírez Sánchez, Maricela Peña Sánchez y Guadalupe de la Peña Trejo, decidieron retomar su trabajo. Han añadido a su oferta la venta de artesanías de palma, aprendidas de sus padres y abuelos, y continúan con los recorridos turísticos. La palma se obtiene de comunidades cercanas y se utiliza para hacer sombreros, entre otros productos. El proceso es laborioso, llevándoles hasta tres días para completar una pieza.
A pesar de su esfuerzo y dedicación, enfrentan varios desafíos. Necesitan señalética para que los turistas no se pierdan y un espacio adecuado para vender sus productos, ya que actualmente solo tienen un puesto en el tianguis dominical en el centro de Alfajayucan. Además, el transporte público que utilizan para trasladar sus productos a menudo provoca daños en los cactus, causando pérdidas económicas.
“Las Camaleonas” siguen demostrando que, con creatividad y determinación, es posible superar obstáculos y convertir el desierto en un terreno fértil para el éxito.
