¡Lo acorralaron! Así cayó el #Sospechoso del tiroteo en #Minnesota tras una intensa cacería. 🕵️‍♂️

Después de una persecución que duró casi 48 horas, las autoridades de Minnesota lograron detener a Vance Boelter, señalado por disparar contra dos legisladores estatales y sus parejas. La captura ocurrió la noche del domingo 15 de junio, cuando el hombre de 57 años fue localizado en una zona rural cerca de Minneapolis y se rindió gateando ante los agentes.

La operación fue de proporciones históricas: participaron más de 100 policías, 20 equipos SWAT, drones, perros y hasta cámaras ocultas. Las autoridades aseguraron que esta fue la persecución más grande en la historia del estado.

Todo empezó el sábado por la madrugada, cuando se reportó un tiroteo en la casa del senador estatal John A. Hoffman. Los policías de Brooklyn Park respondieron de inmediato, y de forma preventiva fueron a revisar la casa de la representante Melissa Hortman. Ahí se toparon con Boelter, quien disparó contra los oficiales y luego escapó corriendo por la parte trasera de la vivienda hacia un campo de golf. ¡Y ahí arrancó la cacería!

No fue sino hasta la tarde del domingo cuando las pistas comenzaron a cerrar el cerco. Agentes encontraron su coche y su gorra en un tramo alejado de la carretera del condado de Sibley, una zona de campo al suroeste de Minneapolis. Poco después, un residente detectó su imagen en una cámara de fototrampeo y alertó a las autoridades.

Gracias a esa imagen, los agentes establecieron un perímetro de casi tres kilómetros cuadrados y desplegaron todo su arsenal tecnológico. Usaron drones para seguir los movimientos del sospechoso entre los matorrales, hasta que lo encontraron reptando entre los arbustos. A pesar de que estaba armado, no fue necesario usar la fuerza para atraparlo.

Lo capturaron cerca de su antigua casa en Green Isle, donde vivía con su esposa e hijos. La imagen del arresto fue compartida por el sheriff del condado de Ramsey, Bob Fletcher, en Facebook, aunque los rostros de los agentes fueron editados por seguridad.

En el centro de operaciones improvisado en un estacionamiento cercano, los oficiales celebraron el final de la persecución entre aplausos y felicitaciones. Según Drew Evans, jefe de la Oficina de Aprehensión Criminal de Minnesota, todo pudo haberse alargado más si no fuera por la rápida respuesta de los primeros policías que llegaron al tiroteo.

“Si no hubiéramos actuado así de rápido”, dijo Evans, “esto se habría extendido todavía más”.

Autor Itzel G. Bandala

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