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Después de casi siglo y medio bajo el agua, por fin se resolvió uno de los grandes misterios del mar: el paradero del SS Nantes, un buque que se hundió en 1888 tras un fuerte choque con un velero alemán.
El hallazgo fue posible gracias al buzo Dom Robinson, quien lleva más de 35 años explorando el fondo del mar. En una de sus inmersiones frente a la costa de Devon, Inglaterra, se topó con un pecio que llamó su atención. Pero fue un plato roto con el escudo de la Cunard Steamship Company lo que confirmó que se trataba del SS Nantes. “¡Bingo, lo encontramos!”, dijo Robinson emocionado.
Pero ojo, esta no fue una hazaña sencilla. El historiador marítimo Harry Bennett explicó que localizar ese barco fue como encontrar “una aguja en un pajar, pero bajo el mar”. Afirmó que el equipo de buceo hizo un trabajo meticuloso, examinando no solo la estructura y el tamaño del naufragio, sino también los restos tecnológicos y la carga a bordo, todo lo cual coincidía con los registros históricos del SS Nantes.
Este barco, operado por la Cunard Steamship Company, sufrió un desastre en noviembre de 1888 cuando colisionó con el velero alemán Theodor Ruger. La tripulación pasó varias horas intentando salvarlo, incluso usaron colchones para taponar una grieta en el casco. Pero lamentablemente, el barco se hundió y 23 personas perdieron la vida, mientras que solo tres lograron sobrevivir.
Los cuerpos de los fallecidos terminaron en las costas de Talland Bay y Looe, en Cornualles. “Fue una imagen espeluznante… la gente del pueblo se encontró con pedazos del barco mezclados con cadáveres”, recordó Bennett.
El pecio se había dado prácticamente por perdido, sobre todo porque en aquella época no existía la navegación satelital. Durante más de un siglo no hubo rastro de la nave, hasta que Robinson y su equipo la identificaron en 2024.
Y la historia no termina ahí: desde el hallazgo inicial, Robinson volvió a sumergirse y encontró otra pieza de vajilla con el mismo sello, lo que terminó de confirmar que habían dado con el naufragio correcto.
“Fue una tragedia espantosa, pero me gusta pensar que contar estas historias ayuda a que esas personas no queden en el olvido”, comentó Robinson conmovido.
Bennett cerró con broche de oro: “Todas las piezas encajan. Después de revisar las imágenes y el proceso seguido por el equipo, no hay duda alguna: este es el SS Nantes. Lo que hicieron merece aplausos”.
