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En un contexto financiero global marcado por la inestabilidad, el peso mexicano concluyó el año con un impresionante aumento, registrando su apreciación más significativa desde 1995, según revelan cifras proporcionadas por el Banco de México (Banxico).
La divisa nacional cerró la última jornada del año valorándose a 16.91 pesos por dólar, representando un aumento de 2.55 pesos o un sólido 13.11 por ciento en comparación con el nivel del año anterior.
Gabriela Siller, la directora de análisis económico y financiero de Banco BASE, detalló que este robusto desempeño del peso se atribuye a un incremento notable en el flujo de dólares derivado de remesas, exportaciones e inversión extranjera directa.
Asimismo, el fortalecimiento de la moneda fue impulsado por la tasa de interés históricamente alta del Banco de México, situada en un 11.25 por ciento al cierre de 2023, y por el fenómeno de reubicación de empresas extranjeras, también conocido como nearshoring.
“El peso también se benefició del hecho de que el sexenio está próximo a concluir y no se concretaron los riesgos de perder la autonomía de Banxico o el grado de inversión de la calificación crediticia de la deuda soberana de México”, señaló la experta.
Con datos recopilados hasta diciembre, se destaca que el peso mexicano acumuló nueve meses consecutivos de apreciación. En el transcurso de 2023, noviembre se erigió como el mes más favorable para la divisa nacional, experimentando un incremento del 3.68 por ciento frente al dólar.
“En noviembre, el peso continuó consolidando su posición, ante señales de debilitamiento del mercado laboral en Estados Unidos, lo que generó especulaciones sobre la posibilidad de que la Reserva Federal no aumentara las tasas de interés e incluso considerara recortarlas en el primer trimestre de 2024”, puntualizó la analista de Banco BASE.
