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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, restó importancia al derrame de hidrocarburos en la Sonda de Campeche, al afirmar que se trató de una “fuga mucho muy pequeña”. Desestimó las estimaciones de expertos y calificadoras sobre la magnitud del derrame y calificó estas opiniones como “una burla”.
Durante su conferencia matutina, López Obrador también abordó el tema de la explosión de gas en la misma región, donde fallecieron dos trabajadores y uno o dos siguen desaparecidos. Sobre este incidente, el mandatario aseguró que la molécula de gas se dispersó completamente y no existen afectaciones adicionales.
En días anteriores, especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estimaron que el derrame de petróleo cubría una extensión de 467 kilómetros cuadrados hasta el 12 de julio. Sin embargo, el presidente López Obrador calificó esta cifra como “una exageración” y acusó a los medios de manipulación.
Además, López Obrador rechazó las calificaciones de las agencias Fitch y Moody’s, quienes rebajaron la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex). El presidente tachó estas acciones como “una burla” y negó que afecten a la paraestatal.
El mandatario subrayó que las opiniones de las calificadoras son utilizadas para manipular y criticó la manera en que operaban durante el periodo neoliberal. Por otro lado, la UNAM había informado que las dos fugas en los campos petroleros de la región afectaron una extensión significativa. Sin embargo, López Obrador insiste en minimizar el impacto y cuestiona la veracidad de los informes.
