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La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Loretta Ortiz, denunció que el empresario Ricardo Salinas Pliego intentó comprar su voluntad ofreciéndole apoyo en su imagen pública, en medio de la disputa legal entre Elektra y el SAT. Ortiz afirmó que esta oferta se hizo antes de que asumiera su cargo en la Corte. Salinas Pliego respondió a través de redes sociales, burlándose de la acusación, asegurando que no toma “casos perdidos ni misiones imposibles”.
La controversia surgió durante la disputa por una deuda multimillonaria que Elektra mantiene con el SAT. Ortiz, en una entrevista, afirmó que representantes del empresario se acercaron para ofrecerle servicios de publicidad y beneficios, en lo que ella percibió como un intento de influir en su juicio. Según Ortiz, este tipo de ofertas son una forma común de “tentar” a funcionarios, pero ella rechazó tales propuestas.
El comentario de Salinas Pliego fue ampliamente difundido en redes sociales, donde utilizó un tono irónico para responder a las declaraciones de la ministra. En su cuenta oficial, el empresario señaló que no se interesa en “misiones imposibles”, restando importancia a las acusaciones en su contra.
Este caso revive el debate sobre la transparencia en la relación entre empresarios y el poder judicial en México, especialmente en casos tan polémicos como los que involucran a grandes corporaciones y el SAT. Mientras tanto, Ortiz sigue defendiendo su postura de no ceder a presiones externas, en un contexto donde las críticas hacia el poder judicial no son inusuales.
Este enfrentamiento entre Loretta Ortiz y Ricardo Salinas Pliego ha generado una gran discusión pública, con implicaciones para la percepción del sistema judicial mexicano y su independencia frente a los intereses de poderosos empresarios.
