En la penitenciaría de São Pedro de Alcântara, ubicada en Santa Catarina, Brasil, un inusual grupo de gansos ha asumido el papel de guardianes junto a las cámaras de vigilancia y los guardias. Desde 2009, la Secretaría de Administración Penitenciaria y Socioeducativa (SAP) decidió hacer un cambio sorprendente al sustituir a los tradicionales perros de seguridad por estos emplumados centinelas. ¿La razón? Resulta que los gansos son más eficaces y económicos para la tarea.
Estos aves no solo son un espectáculo interesante, sino que también ofrecen varias ventajas: duermen menos, tienden a caminar en grupo de manera natural y son menos propensos a enfermarse en comparación con los perros. Además, tienen un instinto innato que les lleva a graznar al detectar la presencia de cualquier intruso en su territorio, lo que añade una capa extra de seguridad a la instalación.
¡Así que ya lo saben, los gansos están al mando en esta penitenciaría, ¡y su graznido podría ser la clave para evitar fugas!