El gobierno federal ha implementado una medida improvisada para mitigar los daños ambientales en la construcción del Tren Maya, utilizando una tela especial para contener el escurrimiento de diésel en los ríos subterráneos del tramo 5. Sin embargo, expertos y activistas ambientales han cuestionado la efectividad de esta solución, señalando que podría ser insuficiente para proteger los ecosistemas frágiles de la región, incluidos los cenotes. A pesar de los fallos judiciales que exigen estudios ambientales más exhaustivos, las obras continúan, poniendo en riesgo las especies endémicas de la zona.
En lugar de detener las obras para realizar un análisis ambiental detallado, el gobierno ha optado por seguir adelante, lo que ha generado un fuerte rechazo por parte de la comunidad científica y los defensores del medio ambiente. La tala indiscriminada de selva, combinada con la contaminación del agua subterránea, podría tener consecuencias irreversibles para el equilibrio ecológico de la Península de Yucatán.
El uso de la tela especial, promovido como una medida temporal, ha sido visto por muchos como una respuesta superficial a un problema mucho más profundo. Los ríos subterráneos y cenotes, que son únicos en el mundo, corren el riesgo de sufrir daños permanentes debido a las fugas de diésel y otros contaminantes derivados de la construcción del tren.
Activistas insisten en que la única solución viable es detener las obras hasta que se implementen medidas de protección ambiental adecuadas. Sin embargo, la administración actual parece priorizar la finalización del proyecto a toda costa, desestimando las advertencias sobre el impacto ambiental a largo plazo.
El gobierno, por su parte, defiende la construcción del Tren Maya como un proyecto clave para el desarrollo económico de la región, argumentando que las medidas implementadas son suficientes para mitigar los daños. No obstante, la falta de transparencia en la divulgación de los estudios ambientales y las decisiones apresuradas han generado una creciente desconfianza entre la población y los expertos en la materia.