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En una manifestación que congregó a alrededor de setenta mujeres de diversas edades, se llevó a cabo una marcha pacífica en las céntricas calles de Tula de Allende el pasado viernes 8 de marzo. El propósito de esta movilización fue exigir justicia para aquellas mujeres que han sufrido maltrato, al tiempo que abogaron por el cese de la violencia de género.
La concentración inicial tuvo lugar en el kiosco del jardín de la Plaza del Nacionalismo, desde donde las participantes, en su mayoría jóvenes, se encaminaron hacia el corazón de Tula. Portando pancartas con distintas consignas, como “Somos el grito de las que no están”, “No vine por moda, vine porque tengo mi historia” y “Todas las madres merecemos ver a nuestras hijas volver”, las mujeres hicieron una breve pausa en las calles Calzada Melchor Ocampo y Zaragoza para entonar cánticos en contra del machismo.
Durante la marcha, las participantes exigieron que se respete la integridad de las mujeres y abogaron por la erradicación del supuesto sistema patriarcal. Al llegar a la explanada del teatro al aire libre, formaron un círculo humano y posteriormente se posicionaron frente a las letras turísticas de Tula, donde expresaron consignas enérgicas contra aquellos que son señalados como presuntos agresores y violadores de mujeres.
Durante un extenso período de tiempo, las feministas se mantuvieron en el centro de la ciudad, llevando a cabo su protesta social ante la atenta mirada de numerosos transeúntes. Posteriormente, se dirigieron hacia la calle Quétzalcoatl, continuando con su movilización en pos de la igualdad y la erradicación de la violencia de género.
