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El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) ha hecho un recorte drástico a su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana, situándolo en un 1.3% para este año. Este ajuste significa que México crecerá menos que el promedio mundial y que incluso Estados Unidos.
En su informe sobre perspectivas globales, el IIF advirtió que las elecciones presidenciales en Estados Unidos podrían tener un impacto importante en las políticas económicas y comerciales a nivel mundial. Para nuestro país, la inflación sigue siendo un tema delicado, ya que las presiones sobre algunos precios internos continúan al alza.
De esta manera, el IIF ajustó su proyección de PIB, que anteriormente se estimaba en un 2.3% a finales de mayo, reflejando una desaceleración significativa. Para el año 2025, sin embargo, se prevé una leve recuperación, con un crecimiento estimado de 1.5%.
En el análisis también se destaca que, aunque México y Brasil enfrentan dilemas económicos, Brasil podría superar nuestro crecimiento con un 3% para este año y 2.7% el siguiente. A pesar de un entorno externo más favorable, los bancos centrales de ambos países tendrán que balancear cuidadosamente los beneficios de una política monetaria más laxa con los riesgos de aumentar la inflación.
El informe resalta que un dólar más débil podría dar un empujón a las economías latinoamericanas, al mejorar los precios de las materias primas, que generalmente se cotizan en dólares. Esto, a su vez, podría elevar los ingresos fiscales y fortalecer las balanzas comerciales.
En el ámbito global, el IIF prevé una desaceleración de la economía mundial a 2.9% para este y el próximo año. Esta reducción se produce en un contexto donde las tensiones geopolíticas, como los conflictos en Medio Oriente y las relaciones entre Estados Unidos y China, permanecen altas.
A pesar de estos desafíos, el IIF aclara que este crecimiento es comparable al de la década anterior a la crisis provocada por Covid-19, señalando que la actividad económica se está ajustando a su tendencia pre-pandemia.
Los nuevos pronósticos reflejan un menor desempeño de economías clave, como la estadounidense, que se espera avance a 2.4% este año, pero desacelere a 2% en 2025. La Reserva Federal podría reducir las tasas en 100 puntos base en 2024, lo que impactará los mercados financieros a nivel global. La inflación en Estados Unidos también se proyecta a la baja, con una disminución esperada del 2.4%, gracias a medidas monetarias agresivas que han ayudado a controlar la demanda y las presiones en precios, especialmente en sectores como vivienda y bienes de consumo.
Finalmente, los mercados emergentes podrían aprovechar las tasas más bajas en Estados Unidos, aunque los riesgos son distintos en cada región. Las perspectivas económicas para 2025 dependerán de la estabilidad geopolítica y el avance tecnológico.
