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El gobierno mexicano ha extendido por dos años su Línea de Crédito Flexible (LCF) con el Fondo Monetario Internacional (FMI), garantizando un respaldo financiero de hasta 35 mil millones de dólares.
Esta renovación llega a solo tres días de que venciera el plazo inicial autorizado hace dos años y representa una disminución del monto original, que era de 47 mil millones de dólares, como parte de la estrategia del país para reducir gradualmente su dependencia de este tipo de financiamiento.
El FMI elogió la sólida situación económica de México, destacando su expansión general, robusto consumo e inversión privados, así como políticas macroeconómicas sólidas y un régimen cambiario flexible.
Se prevé una evaluación en noviembre de 2024 para analizar los riesgos económicos del país y determinar la continuidad del acceso a este financiamiento.
La LCF proporciona a México la capacidad de fortalecer sus reservas internacionales para preservar la estabilidad económica y financiera ante posibles impactos externos.
Aunque México ha mantenido esta línea de crédito desde 2009, en 2017 anunció su retiro gradual del mecanismo, condicionándolo a los riesgos económicos externos. La Secretaría de Hacienda reafirma el compromiso con políticas macroeconómicas prudentes para contribuir a la estabilidad financiera y al crecimiento económico sostenible.
