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En un cambio sorprendente, México ha emergido como el nuevo proveedor clave de petróleo para Cuba, superando a Rusia en medio de una crisis de escasez de combustible en la isla caribeña. A medida que Cuba lucha por aliviar la falta de combustible y reducir su dependencia de Venezuela, México ha enviado alrededor de dos millones de barriles de crudo en los últimos cuatro meses, según informes de Reuters.
La estrategia de Cuba ha evolucionado hacia el uso de sus propios tanqueros para aumentar las importaciones de crudo mexicano. Este cambio se produjo en el segundo trimestre del año, cuando México tomó la delantera como principal proveedor de petróleo para la isla, de acuerdo con datos de seguimiento de embarcaciones.
El país caribeño, sometido a sanciones económicas por parte de Estados Unidos, está experimentando una escasez crítica de combustibles, lo que ha llevado a la implementación de racionamientos y problemas en el suministro de energía eléctrica. La nación está ampliando sus fuentes de importación de petróleo para paliar la situación, diversificando sus recursos y reduciendo su dependencia del suministro de Venezuela.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha impuesto sanciones a la industria petrolera venezolana desde 2019, exacerbando aún más la difícil situación económica de Venezuela.
México, a través de la compañía estatal Pemex y barcos gestionados por la isla, se ha convertido en uno de los principales abastecedores de crudo para Cuba. En los últimos cuatro meses, aproximadamente dos millones de barriles de petróleo han sido suministrados por México, según datos recopilados por Reuters.
En un ejemplo de esta nueva dinámica, el buque cubano “Vilma” ha realizado viajes desde la terminal mexicana de Pajaritos a las refinerías de Cienfuegos y La Habana en Cuba. Estos envíos de crudo mexicano han contribuido a la mitigación de la escasez.
A pesar de los desafíos, algunos buques cubanos, como el “Vilma” y el “Delsa”, no han sido objeto de sanciones por parte de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC). Esta circunstancia ha permitido que estos barcos continúen operando y suministrando petróleo a la isla.
A medida que las tensiones geopolíticas y las demandas energéticas siguen en aumento, Cuba busca diversificar sus fuentes de petróleo para garantizar su seguridad energética. En este contexto, México ha emergido como un nuevo aliado para satisfacer las necesidades de combustible de la nación caribeña.
