En medio de la desglobalización que experimenta el mundo, México emerge como la principal opción para inversionistas extranjeros, según analistas de Wall Street. La industria maquiladora, la proximidad a Estados Unidos y los costos laborales inferiores a los de China hacen que México sea considerado un punto estratégico en la nueva configuración económica.
JP Morgan Chase, en un informe reciente para sus accionistas, destaca que los salarios de los trabajadores de producción en México son ahora más bajos que los de países como Vietnam, Tailandia, Brasil y China, convirtiéndolo en un destino atractivo para la inversión. El banco pronostica oportunidades en sectores como instrumentos médicos, semiconductores, muebles, juguetes e industria textil.
El CEO de JP Morgan Chase, Jamie Dimon, en una entrevista con Bloomberg Televisión, afirmó que México podría ser la oportunidad número uno en el mundo, elogiando los esfuerzos del gobierno para mejorar infraestructura, costos energéticos y seguridad. Aunque destacó que México ya cuenta con muchos de estos elementos.
En entrevista con La Jornada, una analista financiera de Wall Street confirmó la evaluación de Dimon, argumentando que, en la era de desglobalización, los inversionistas buscan lugares familiares con suficiente infraestructura. Señaló que México es visto como un socio confiable que tiende a funcionar bien, especialmente en comparación con otros países en desarrollo.
Aunque la Inversión Extranjera Directa (IED) podría no estar aumentando significativamente en México, al menos no se está reduciendo, a diferencia de China, donde la IED está en declive. La analista subrayó que las maquiladoras en México están expandiendo su capacidad y hay reinversión, concentrándose principalmente en regiones como Nuevo León y la Ciudad de México.
JP Morgan Chase destaca en su informe las ventajas de México, incluyendo su demografía, bajos costos laborales, sector manufacturero experimentado, logística disponible y acuerdos de libre comercio. Sin embargo, señala desafíos como la debilidad institucional, donde la corrupción, la ineficiencia burocrática y el crimen son factores problemáticos para los negocios.
Aunque el gobierno mexicano ha enfrentado críticas en temas como la seguridad y la corrupción, la economía y las oportunidades de inversión siguen siendo percibidas como positivas en la era desglobalizante. La analista destacó que México, a diferencia de Estados Unidos y Alemania, no aumentó drásticamente su gasto fiscal durante la pandemia, evitando mayores niveles de endeudamiento.
En el contexto de la desglobalización, México se mantiene como un jugador fuerte y confiable en la economía global, independientemente de la polarización en temas como la política energética. La continuidad de los hacedores de política económica y la posición estable de México en la escena mundial son factores que contribuyen a su atractivo para inversionistas, según la analista de Wall Street.