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En comparación con Brasil, España o Rusia, México destaca como una economía diversificada y abierta, según indican expertos económicos.
Según estadísticas de Trading Economics, el país ostenta una tasa de interés real del 6.64 por ciento, derivada de la tasa de referencia del Banco de México, que se sitúa en 11.25 por ciento, y el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que alcanza el 4.3 por ciento. Con estos números, México se posiciona como la tercera economía dentro del G-20 con los rendimientos reales más elevados, siguiendo a Rusia, con una tasa del 6.98 por ciento, y Brasil, con un 6.75 por ciento.
Amin Vera, director de Inversiones en INVALA, destacó que, a diferencia de naciones como Brasil, España o Rusia, México exhibe una economía más diversificada, abierta al flujo internacional de capitales y respaldada por una moneda de amplia circulación global.
“La combinación de una tasa elevada y una moneda más líquida hace que México resulte relativamente más atractivo para capitales de corto plazo o inversiones financieras exclusivas”, añadió Vera.
El director también subrayó que, a medida que las personas y los fondos de inversión optan por invertir en Cetes o bonos gubernamentales debido a los rendimientos ofrecidos por México, se podría descuidar la financiación de proyectos productivos, lo cual podría tener implicaciones en el crecimiento económico.
En cuanto a la tenencia de valores gubernamentales en manos de inversores extranjeros, se registró un incremento del 11.8 por ciento, alcanzando los 113 mil 217.37 millones de pesos en comparación con el mismo período del año anterior, totalizando así 1.73 billones de pesos.
Ernesto O’Farril, presidente de Grupo Bursamétrica, señaló que esta tasa de interés podría motivar a los ahorradores a invertir en pesos y, en general, atraer una mayor inversión extranjera al país. No obstante, advirtió que una tasa de interés real alta conlleva un mayor costo para el financiamiento, lo que podría complicar el escenario para las empresas que buscan invertir o para las personas que desean adquirir bienes duraderos como automóviles o electrodomésticos.
