#Migrantes en Nuevo León sufren #Extorsiones por Parte de Individuos Que Se Identifican Como Agentes de #Policia

Las personas migrantes que acampan en el centro de la ciudad y alrededores, esperando avanzar hacia la frontera, son particularmente vulnerables a estos actos delictivos.

La titular de la Comisión, Susana Méndez Arellano, hizo un llamado a las autoridades de todos los niveles de gobierno para que respeten los derechos humanos de los migrantes, ya que en los últimos tiempos se ha incrementado el número de quejas presentadas por personas en esta situación.

Se realizaron brigadas de apoyo para los migrantes en distintos puntos de Monterrey. Durante estas brigadas, además de proporcionar asistencia y suministros, se escucharon las historias de aquellos que argumentaron ser víctimas de detenciones arbitrarias, robos y extorsiones por parte de individuos que vestían uniformes, aunque no se precisó a qué corporación o autoridad pertenecían.

Los migrantes que recibieron apoyo provienen principalmente de Venezuela, Cuba, Honduras, Nicaragua y El Salvador, y acampan en las afueras de la Central de Autobuses y zonas cercanas mientras esperan avanzar hacia la frontera estadounidense. Son precisamente estos grupos los que son abordados de manera regular por supuestos agentes de policía.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos enfatizó la importancia de proteger los derechos humanos de estos grupos altamente vulnerables y emitió solicitudes a los 51 municipios de Nuevo León, así como exhortos a las autoridades de seguridad, salud e inclusión del estado, al Instituto Nacional de Migración y a las Fuerzas Armadas.

En lo que va del año, se ha incrementado en un 25.9% el número de atenciones brindadas a personas migrantes en comparación con 2022, totalizando 1,725 atenciones, en comparación con las 1,370 registradas el año pasado.

La Comisión otorgó a las instituciones gubernamentales un plazo máximo de 30 días hábiles para informar a la Comisión Estatal sobre las atenciones brindadas en respuesta a su solicitud.

Autor Itzel G. Bandala

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *