resolviendo así una situación de bloqueo que duró tres semanas en el Congreso.
Este abogado de 51 años, conocido por su firme respaldo a los valores tradicionales y su apoyo a los esfuerzos legales destinados a alterar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en favor de Trump, obtuvo 220 votos.
Su elección fue recibida con entusiasmo y una ovación de pie por los miembros de su partido, quienes se mostraron visiblemente aliviados por la resolución de la crisis.
Johnson se convirtió en el cuarto republicano nominado en dos semanas para suceder al anterior presidente, Kevin McCarthy, destituido el 3 de octubre tras una rebelión interna en su partido.
“Han sido semanas difíciles y un recordatorio de que la Cámara es tan compleja y diversa como las personas a las que representamos. Como presidente, me aseguraré de ofrecer resultados e inspirar cambios para los estadounidenses”, declaró Johnson tras ser elegido.
Los republicanos tienen una estrecha mayoría en la Cámara, con 221 escaños frente a los 212 de los demócratas, lo que les obliga a contar con el apoyo de prácticamente todos sus miembros en el hemiciclo.
Johnson, un marido y padre entregado a su familia con una carrera legal dedicada a luchar por las libertades fundamentales y los valores tradicionales, asume un papel clave en un momento de divisiones internas en el partido republicano.
Este nombramiento se produjo tras la retirada de Tom Emmer, el anterior aspirante oficial, quien desistió al no contar con los apoyos necesarios en todo el pleno, y tras no recibir el respaldo público de Trump.
Mike Johnson se enfrenta a la tarea de negociar para evitar un cierre del gobierno a mediados de noviembre, y tendrá que lidiar tanto con políticos experimentados como con miembros de su propio partido para responder a la solicitud de fondos solicitada por Biden para Ucrania e Israel.
La elección de Johnson marca el cierre de una telenovela política que evidenció las divisiones internas entre los republicanos moderados y los partidarios de Trump.