Un prolongado atasco en la frontera entre México y Estados Unidos ha resultado en pérdidas millonarias, con mercancías valoradas en 1,500 millones de dólares detenidas en alrededor de 15,000 camiones. Las filas de camiones se extienden hasta 23 kilómetros debido a las exhaustivas revisiones ordenadas por el gobernador de Texas, Greg Abbott.
Manuel Sotelo Suárez, vicepresidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), informó sobre la creciente crisis que ha llevado a empresas a cambiar sus rutas de exportación, lo que aumenta significativamente los costos de transporte.
Este atasco en la frontera es el tercer incidente de este tipo en cinco años, todos relacionados con cuestiones políticas y migratorias. La tensión en la región ha generado un escenario complicado para los transportistas y las economías de ambos países.
La falta de claridad sobre las razones detrás de estas medidas ha llevado a la incertidumbre y la frustración entre los transportistas, mientras que las mercancías continúan sin cruzar la frontera, lo que pone en peligro las operaciones comerciales y la economía en general.
La situación en la frontera es un recordatorio de cómo la política puede tener un impacto significativo en la economía y el comercio internacional, afectando a miles de personas y empresas que dependen de un flujo constante de mercancías a través de esta región clave.