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La agencia de la ONU responsable de temas atómicos ha descubierto minas en el área cercana a la central nuclear de Zaporiyia, que actualmente se encuentra ocupada por Rusia. Esto ha generado alarma debido a los riesgos potenciales para la seguridad nuclear y radiológica asociados con el cambio del estado de uno de los reactores de la planta.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) encontró las minas en una zona de amortiguamiento entre el perímetro interno y externo de la central, que fue tomada por las tropas rusas en marzo de 2022. Aunque Rusia sostiene que esta decisión es de naturaleza militar y que las minas están en un área restringida, el OIEA ha expresado que su presencia va en contra de los estándares de seguridad.
Aunque los inspectores de la agencia de la ONU aún no han podido acceder a los techos y salas de turbinas de dos reactores, Kyiv ha denunciado la posible presencia de objetos explosivos en esas áreas. El asesor de Rosenergoatom, operador ruso de las plantas nucleares, negó que se hayan colocado artefactos explosivos y aseguró que colaborarán con el OIEA aunque tomará tiempo aprobar las solicitudes de acceso.
La situación en la central nuclear de Zaporiyia, que ha sido objeto de constantes ataques y acusaciones cruzadas entre Rusia y Ucrania, se agrava al mismo tiempo que se informa que el reactor 4 ha sido puesto en estado de parada en caliente. La planta utiliza el vapor generado por un reactor en esta condición para fines de seguridad nuclear, incluido el procesamiento de desechos radiactivos.
Para llevar a cabo una inspección técnica programada de otra unidad y mantener el suministro de vapor a la planta, el reactor 5, que previamente estaba en parada en caliente, ha sido puesto en estado de parada en frío. Esta medida ha generado preocupación adicional sobre la seguridad de la planta y sus instalaciones en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania.
